Hemos conseguido éxitos allí donde abogados y sindicatos con cientos de miles de euros de presupuesto han fracasado. Esto es debido a que en nuestras reivindicaciones no nos guiamos por lo que es legal, sino por lo que es justo. Un problema asumido por la CNT no deja de ser expuesto hasta que se logra un acuerdo satisfactorio, nos den los jueces o no la razón. No dejamos de presionar hasta que se agotan nuestras fuerzas, y eso tarda en suceder. Al no tener que pagar salarios a dirigentes, todos nuestros recursos son empleados en la acción sindical. Gracias a ello un sindicato modesto económicamente como el nuestro, disfruta de un mayor presupuesto cuando una reivindicación es puesta sobre la mesa. En la economía sumergida, en el sector de precarios, en pequeñas, medianas y grandes empresas, en multinacionales, en la administración pública, nuestra acción sindical ha mostrado su eficacia. Astilleros, Ferrovial, Clece, AVE, CODEX, EDE Taldea, Fosters Holywood, Servicarne, personal interino en la Xunta y cientos de empresas se han visto obligadas a negociar y a ceder ante el empuje de trabajadoras y trabajadores asociados.