En julio de 1944, cuando faltan apenas nueve meses para el fin de la Segunda Guerra Mundial, los representantes de medio centenar de países se reúnen en Bretton Woods (New Hampshire, EE.UU.). Allí, en apenas un mes de monólogo estadounidense se pusieron las bases para, una vez más, refundar el capitalismo. El modelo allí implantado ha regido en buena parte del mundo durante todo el siglo XX y, aún hoy, sufrimos con infinita paciencia sus nefastas consecuencias.