La ley estipula que para ser un sindicato «representativo» hay que presentarse a unas elecciones sindicales en las que se eligen delegadas y delegados sindicales y comités de empresa. CNT no participa en esas elecciones y propone su boicot por las siguientes razones:
Si estás en precario o trabajas en una pequeña empresa ni siquiera puedes participar. Solo una minoría de trabajadoras y trabajadores tiene elecciones sindicales.
Mediante las elecciones das a tus “representantes” el poder de decidir, firmar y negociar por ti e imponerte su voluntad y quedan durante 4 años fuera de tu control. En cambio si que están bajo el control de las cúpulas de las organizaciones sindicales a las que pertenecen.
Con las elecciones, las organizaciones sindicales obtienen liberados y subvenciones con las que se mantienen. En el fondo, es una cuestión de intereses económicos.
Las y los liberados sindicales cada vez tienen menos en común con la clase trabajadora, tienden a profesionalizarse o a vivir del cuento y solo les interesa mantenerse, defienden sus propios intereses y no los tuyos.
Una vez que te han arrebatado la “representatividad” y que han conseguido liberados y subvenciones y un cierto margen de influencia, ya no les interesas, los programas electorales se olvidan y mejor que te calles y seas sumiso, tal vez así consigas algún favor (en vez de que se respeten tus derechos). Solo quieren tu voto y que no des problemas.
Las elecciones sindicales y los comités de empresa benefician a las empresas y a la Administración, que a la postre son quienes los financian. Con las elecciones sindicales, cuyo origen está en las elecciones del sindicato vertical franquista, empresas y administración consiguen interlocutores para no tener que tratar directamente con trabajadoras y trabajadores, a quienes estos interlocutores legales mantienen a raya, sumisos y desmovilizados, porque son los primeros interesados en mantener su posición y dependen directamente de las subvenciones y liberaciones.