Rodríguez Galindo ya es historia. Ha muerto un cabrón de los muchos que habitan el planeta Tierra; sí, muchos, demasiados. Sin embargo, para una gran masa es un héroe porque sus valedores le sitúan en un contexto de guerra y, ya se sabe, por mucho tratado, normas y demás, en una guerra vale todo y, en el terreno del “todo”, un canalla campa a sus anchas. Galindo contra ETA define un conflicto de honor patrio en el que un salvaje es encumbrado a los altares del Estado. Alrededor de quince años como jefe supremo del Cuartel de la Guardia Civil…