11/05/2021

Experiencia Hospitalaria. Resaca Electoral

Escrito por Vicenç Oliver

Hace un par de días tuve que ir al hospital para que me hicieran una resonancia en el pie. La cita era por la mañana y cuando llegué, por la cantidad de pacientes que había en la sala pude predecir, con facilidad, que la espera sería larga. Los comentarios eran los habituales entre los y las pacientes... “Yo llevo más de media hora esperando y aquí no sale nadie a llamarnos. Otra vez la mañana perdida”. Yo permanecía callado mientras veía correr al personal sanitario de un lado para otro con caras de estrés y miradas cansadas. Al rato llegó una mujer acompañando a un familiar, que iba sentado en una silla de ruedas con limitaciones serias de movilidad y con dificultades para respirar. La mujer estaba agotada, llegaba algo tarde y estaba preocupada que hubiese perdido la cita o que tuviera que esperar mas de lo necesario. Le dijimos que iban con retraso y eso le relajó bastante. Nos comentó que llevaba toda una mañana de médicos y que ya no sabía ni dónde tenía que ir. Una vez mas, como siempre, la tarea de cuidados recae solo y exclusivamente en las mujeres. En cuanto se cruzó con un sanitario lo paró y le comentó que estaba pendiente de que le hicieran al familiar una prueba el anestesista, ya que le tenían que dormir entero para poder hacer las pruebas oportunas y que no sabía si estaba en el lugar correcto. El trabajador le pidió el volante y comprobó que esa cita con el anestesista no estaba pedida, por lo tanto no lo iban a poder hacer las pruebas ese día. La cara de la mujer era un poema, transmitía cansancio por los cuatros costados y no daba crédito a lo que oía. Todxs nos mirábamos con los ojos bien abiertos incrédulos ante la situación. No podía estar pasando ¿en serio qué le van a hacer volver otro día? El sanitario junto con otra compañera empatizaron enseguida con la mujer y el enfermo, y pusieron todos los medios para solucionarles el problema. Había habido un claro error de gestión en las pruebas, pero eso no les impidió a los sanitarios ponerse en el lugar de la mujer y el enfermo y buscar una salida urgente. Cuando se quedó la sala con los y las pacientes que ahí nos habían reunido para hacernos la resonancia, volvieron los comentarios negativos hacia los y las trabajadoras de la sanidad pública. Cuando todo el mundo, en mayor o menor medida, fue descargando sus críticas miré a la mujer y le comente lo siguiente:

No es culpa de ellxs, ya has visto que hacen lo que pueden, pero falta personal, faltan medios técnicos y humanos que esta pandemia ha dejado al descubierto. La salud pública lleva muchos años sufriendo recortes y esto es la gran realidad que sufren nuestros hospitales y ambulatorios. Están las UCIs saturadas por los contagios de la Covid-19. El personal se reparte donde más falta hace y repercute en todo el sistema sanitario. Si el Gobierno Vasco hubiese puesto las medidas necesarias para que esto no ocurriera, estaríamos en una situación totalmente diferente. La mala gestión del PNV y las instituciones vasca están siendo lamentables y lo estamos pagando con creces. Tenemos que agradecer el sobresfuerzo que está haciendo el personal sanitario aunque nos vuelvan locos y acaben con nuestra paciencia”.

Nadie me replicó nada, asintieron con la cabeza porque en el fondo conocían perfectamente quien eran los culpables de todo esto. Los y las enfermeras aunque no estaban presente, oyeron perfectamente nuestras quejas ya que solo nos separaba un biombo de tres cuerpos de color blanco. Cuando salieron a atender al enfermo de la silla de ruedas, uno de ellos me miró sin decir una palabra y haciendo un leve gesto con la cabeza me hizo entender que agradecía mis palabras.

Todos estamos cansados, es verdad. Estamos muy sobrepasados por la situación, y perder la compostura no es tarea difícil. Recordad, cuando veamos a los y las profesionales de sanidad haciendo huelga, protestando y concentrándose en las puertas de los hospitales para pedir mejoras en la sanidad pública, lo mejor que podemos hacer es empatizar con ellxs y no ponernos en su contra.

Desde aquí mucho ánimo a todo el personal sanitario que lleva aguantando una situación terrible desde el principio de la pandemia e incluso desde mucho antes.


Estos días estamos sufriendo la resaca post-electoral que Madrid nos ha ido deleitando en las últimas semanas. No deja de sorprenderme esa parte moderada de la izquierda, la que solo se mueve del sofá cada cuatro años para ir a votar, echándose las manos a la cabeza por los malos resultados que han obtenido sus partidos. Yo no me canso de decir que si queremos destruir al fascismo, acabar con la explotación laboral, que nos dejen de robar y reprimir constantemente, el único camino es el sindicato. En CNT no dejamos de ver situaciones de verdadera tragedia entre los y las trabajadoras día sí día también. Las empresas disfrazan y falsifican sus cuentas para hacer un ERE en gran parte de la plantilla, mienten y utilizan esta situación de precariedad constante para despedir a numerosxs trabajadorxs por cuatro perras. Lxs trabajadorxs no se sienten protegidxs por ningún partido político, esta es la única realidad. No nos engañemos mas. ¿Dónde está la derogación de la Reforma Laboral? ¿Dónde está la derogación de la Ley Mordaza? ¿Qué está pasando con la Ley de Autodeterminación del Género que no está vigente ya, y está llevando a muchxs adolescentes al suicidio? ¿Qué pasa con la Ley de Alquileres que tanto prometieron crear? ¿Dónde están las pensiones dignas qué nuestrxs jubiladxs reclaman, desde hace más de dos años, todo los lunes en el Ayuntamiento de Bilbao y en gran parte del Estado?

El mal llamado gobierno progresista solo ha mantenido políticas de derechas, ha dejado, como siempre, a la clase obrera desamparada y aquí nadie ya se cree nada. Cuando se levante el estado de alarma, muchas trabajadoras y trabajadores que ahora están en ERTE se irán a la calle. La que se nos viene encima es alarmante, y si queremos evitar en la medida de lo posible más despidos, mas dramas familiares y más desesperación, tenemos que estar organizadxs y trabajar desde el apoyo mutuo y el sindicalismo. Hay mucho camino por recorrer, es verdad, pero si queremos cambiar las cosas, si queremos más justicia social, tenemos que olvidarnos de los partidos políticos y defender nosotrxs mismxs los derechos de una clase obrera ninguneada continuamente por los diferentes gobiernos, sean de la ideología que sean.


Quiero una sanidad pública protegida y no maltratada por la clase política. Lo vivido el otro día en el hospital, es una pequeña historia de las miles que sufrimos los trabajadores y trabajadoras en los hospitales, en las empresas, en las instituciones. En Madrid salió a votar un 76,25% del censo electoral y el panorama no es mucho mejor que hace unas semanas. Las urnas no sirven para nada, no representan a la clase obrera. Dejad de creer en la gran gran estafa de la democracia de una vez por todas.


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