El sindicato CNT ha participado este domingo en el homenaje anual a los asesinados en el Fuerte de San Cristóbal, en Ezkaba (Navarra). El 22 de mayo de 1938, unos 800 presos protagonizaron una de las fugas más numerosas y sangrientas de la historia. 585 fueron detenidos y 14 de ellos, considerados como “cabecillas”, fusilados. Otros 211 fueron asesinados durante su captura, mientras que sólo tres lograron cruzar la frontera. Uno de ellos, el minero Jovino Fernández González, pertenecía a CNT.