Escrito por "Gonzalo Mañes" Una larga amistad me une a él, desde aquella lejana mañana bilbaína, sombría como lo eran casi todas, en que me lo tope de bruces, en una solemne librería ya desaparecida, que abría sus puertas al final de Colón de Larreategui, en la embocadura con Buenos Aires. Andaba aquella mañana de vagabundeo, el “flâner” de Baudelaire, buscando en qué ocupar las horas hasta el mediodía y, pese al respeto que me infundía, temor reverencial, no sé de dónde pudo salir la audacia para franquear el umbral de aquel templo, eso sí, luego de atisbar desde el…