Escrito por Gonzalo Mañes. Hace unos meses, en la antesala de un juicio de impugnación de ERTE ETOP (por causas económicas; técnicas, organizativas o productivas), la delegada de la sección sindical de la CNT, con fuerte implantación entre las camareras de piso, de un hotel cuyo nombre omitiré (¿no quiero acordarme?), que ha gozado y goza de gran predicamento, con solera antigua y prestigio de establecimiento serio en nuestra plaza bilbaína, me volvió a desgranar, con detalle, las condiciones insoportables en las que desarrollaban su trabajo diario. Ritmos y cadencias imposibles; instalaciones obsoletas; lesiones musculoesqueléticas a repetición causadas por los…