La Sección sindical de CNT en la empresa Ecutrans, con sede en Vitoria-Gasteiz, ha convocado una hora de paro y concentración este viernes, día 30 de Marzo, de 17 a 18 horas. Esta medida se produce como muestra de solidaridad de la plantilla con sus dos compañeros despedidos y de repudio por dicha práctica por parte de la dirección de la empresa.
La sección sindical de CNT en Hoteles Ercilla ha iniciado una serie de movilizaciones para denunciar la “maniobra unilateral” realizada por la dirección de esta compañía, que “ha dejado sin efecto el pacto de empresa, pasando al personal al convenio provincial de hostelería, con los recortes salariales que supone”. Los hoteles Ercilla y López de Haro en Bilbao y Embarcadero en Getxo son propiedad de la misma firma.
Un grupo de trabajadoras y trabajadores de la cadena de hamburguesería La Vaca y del restaurante Bay-Bay -así como ex miembros de su plantilla- se han concentrado este domingo ante los establecimientos de ambas firmas para reclamar sus sueldos e indemnizaciones.
El sindicato CNT iniciará una campaña contra las amenazas e insultos que sufren las y los repartidores de folletos a raíz de las violentas campañas de determinadas empresas. “Existen varias marcas que obligan a introducir la publicidad en el buzón a pesar de la existencia de baldas y del rechazo de vecinas y vecinos”, ha destacado esta organización.
El sindicato CNT ha denunciado que el empresario y dirigente del PP alavés José Carlos Nebreda Santillán –concejal en la localidad de Ribera Baja y representante de su partido en la Cuadrilla de Añana- “atenta contra los derechos de los trabajadores, a quienes ni siquiera da de alta en la Seguridad Social”. En la actualidad, Nebreda es el propietario del txikipark que se encuentra en el centro comercial Boulevard de Gasteiz.
El sindicato CNT ha presentado una denuncia ante la Inspección de Trabajo contra la multinacional Mediapost, a la que acusa de negarse a aportar los datos necesarios para que la plantilla pueda calcular sus salarios. En tal sentido, CNT ha lamentado la “absoluta falta de transparencia” de esta empresa, dedicada principalmente al buzoneo de publicidad en hogares.
No hace falta ser adivino para saber quién va a perder las próximas elecciones: las vamos a perder las trabajadoras y trabajadores. Elección tras elección, gobierno tras gobierno, nos encontramos siempre lo mismo: perdemos derechos, pagamos los recortes, perdemos condiciones de trabajo, vivimos de forma más precaria... Ya son demasiadas veces las que se repite la misma farsa como para esperar que algo vaya a mejorar si gana uno u otro partido. Y no solamente nos referimos al régimen del 78 en el Estado Español, ya que en toda Europa nos encontramos el mismo panorama.
Durante los días 8 y 9 de diciembre se celebró la Conferencia Confederal de Militantes sobre Acción Sindical y Social en los locales confederales de Cornellá (Barcelona). Un centenar de militantes de varias Federaciones Locales de toda la península (Bilbo, Córdoba, Levante, Madrid, Valladolid, Gasteiz, etc.) debatieron sobre las diferentes ponencias presentadas y estructuradas en el orden del día: acción sindical y social contra el paro y la precariedad social, política sindical para reducir el paro, organización de bolsas de empleo en los sindicatos, promoción de asambleas de paradas y parados, respuestas a los desafíos de la crisis, etcétera.
El sindicato CNT ha anunciado que convoca a la huelga general del próximo 14 de noviembre. A criterio de la organización anarcosindicalista, “hay que dar una respuesta contundente a la dura situación social y económica que estamos sufriendo”, por lo que considera que el 14-N “será una continuidad de la anterior huelga general, ya que sobran motivos para hacer huelga”.
Una vez más el sistema pone en marcha sus mecanismos de represión y manipulación mediática. Las élites económicas y políticas del Estado español tienen una arraigada tradición casi obsesiva de intentar asustar a la sociedad con el “peligro anarquista”. Para ello, siempre se han valido de mentiras, engaños, montajes y falsas etiquetas. Se están empleando a fondo para convertirnos en el “enemigo público número uno”, ese que amenaza la paz social. Aunque realmente somos una amenaza porque cuestionamos sus privilegios y beneficios como clases social dominante y pretendemos erradicarlos por una cuestión de justicia social.