El ilusionismo electoral es una trampa para la clase trabajadora desde que existe. Toda mejora, todo avance, ha sido como dijo aquel insigne franquista transubstanciado en demócrata de toda la vida: “hacer normal en las leyes lo que es normal en la calle”. Es decir, son las luchas cotidianas las que transforman la sociedad de un modo que favorece a las clases populares y no los gobiernos y parlamentos. El Gobierno está para lo que está, para defender la propiedad, el orden establecido y favorecer los negocios de las empresas nacionales y multinacionales. Las libertades, derechos, avances, son siempre un reflejo de las luchas.
En CNT sabemos bien el efecto que han tenido todas las reformas y contra-reformas que nos han impuesto los partidos políticos de la mano de las empresas capitalistas. Y en la defensa de los trabajadores y trabajadoras hemos avanzado en soledad. A veces con otros sindicatos, sí, pero dependiendo de los intereses electorales. Los partidos solo aparecen para hacerse la foto y pedir votos.
Sin duda hay personas que, bienintencionadamente, pretenden defender desde los partidos políticos los intereses de la clase trabajadora. Al igual que desde los sindicatos que son correa de transmisión de estos partidos. Pero una y otra vez estos mismos partidos han traicionado al sindicalismo, y lo que es peor, excepto el Anarcosindicalismo, el resto del sindicalismo se ha plegado a los intereses de los partidos políticos.
La CNT no vota en las elecciones ni pide el voto para nadie, sino que propugna el abstencionismo activo. Organizarse en el día a día, desde nuestro lugar de trabajo -si lo tienes- hasta en nuestro modo de consumo, es el motor del cambio social. Solo si cambia la sociedad hay cambios reales; los gobiernos solamente mantienen el orden existente. Es en la unidad de la clase trabajadora, en la organización de la clase trabajadora, en el día a día y el apoyo mutuo, donde se generan las dinámicas de cambio.
Nadie sabe quién ganará las elecciones, pero en CNT sí sabemos el resultado: nosotros y nosotras estaremos frente al gobierno. Desde el primer día. Nosotros y nosotras lucharemos en cada fábrica en la que estemos, en cada calle, en la cola del INEM, en las facultades y escuelas, en los mercados... en nuestro día a día.
Porque ya hemos retrocedido bastante. Porque ya sabemos que todo el aparato político está al servicio de las multinacionales y las clases dominantes. Porque el capitalismo ya ha perdido todo los frenos que pudo tener alguna vez... Por todo esto no creemos en la farsa electoral. No hay camino electoral cuando todas las instituciones son piramidales y en la cúspide de la pirámide solamente están las empresas.
Hagas lo que hagas el 26 de junio, sabes que en CNT siempre vamos a defender los intereses de la clase trabajadora. Que CNT siempre estará ahí. La democracia y la autogestión se construyen día a día, no se espera a que lleguen del cielo mediante las estructuras actuales y las leyes. La primera prioridad no es cristalizar el momento de agitación social en el que vivimos en mayorías electorales, apresuradas y sin un programa ni un consenso político, sino aprender a gestionar en la práctica construyendo nuestras propias estructuras y alternativas en todos los aspectos de la vida. No es fácil, no es rápido, pero ni nos enfrentamos a problemas fáciles de solucionar, ni hay soluciones rápidas. En la negociación sobre nuestras vidas no estamos en el lado de la mesa del patrón ni del cargo político; nos sentamos frente a ellos.
Por la abstención activa. Por el comunismo libertario. Organízate y lucha.