El amo americano ha venido a pasar revista a sus reservistas europeos, a comprobar su sumisión y obediencia, ninguno se salga del corral, y garantizar su continua dependencia. De paso, perpetuar el millonario negocio de la industria armamentista, aumentando el gasto militar, al 2% del PIB de cada país aliado, y tratar de mantener, aunque más en lo aparente que en lo real, la supuesta hegemonía de Occidente sobre el resto del mundo. Y esto, en un escenario de colapso económico, donde las economías occidentales se resienten de manera extrema tras la pandemia y la catástrofe de la guerra de…