e dice mucho eso de “más vale una imagen que mil palabras” sin embargo las palabras en sí mismas pueden tener más poder incluso pueden llegar a ser demoledoras. Todo lo que sale de nuestra boca tiene valor y eso que sale puede hacer mucho daño y dependiendo de cuales sean las circunstancias pueden cambiar el mundo. De hecho, Adolf Hitler, Josef Stalin o “nuestro” Franco y demás señorones dictadores, con el poder de la palabra consiguieron que mucha gente, a la cual convencieron con la palabra, asesinaran a millones de personas en el mundo.

Hay palabras hirientes, con una sola palabra, pueden herir nuestro punto débil. Palabras llenas de ira, resentimientos, apegos, dolor etc…

Las palabras son el medio de comunicación más utilizado entre nosotras. Quién no se acuerda muchas veces de palabras que nos han dicho y nos han herido o nos han causado mucha tristeza ¿? Aún habiendo pasado años, hay frases que nos quedan grabadas, bien sea por el daño que nos causaron o por la felicidad que nos produjo, aunque estas últimas, desgraciadamente, no son las más frecuentes.

Luego también hay mucha gente, que habla y habla y habla y no dice nada, de ahí el dicho “tú vas para político” jijiji ¡!! Ese tipo de gente que utiliza palabras llenas de vacío y sin sentido y que crean en las personas receptoras, rabia y tristeza y sobre todo impotencia porque es imposible engancharse al canal de la comunicación.

Aunque parezca mentira, tenemos que tener en cuenta lo que nos decimos a nosotras mismas ya que pueden ejercer poder sobre nosotras mismas, no nos damos cuenta de la importancia de estas palabras y el efecto que pueden causar. Estas palabras pueden cambiar nuestro estado de ánimo, nuestras emociones incluso la forma de ver la vida, por eso, tenemos que elegirlas con cuidado. Cuando decimos “soy vaga” en realidad estamos sentenciando y generamos una realidad en base a ello. No deberíamos usar palabras absolutistas como “siempre” “nunca” etc…

Está muy bien y muy bonito dedicar palabras cariñosas y llenas de amor a las personas cercanas, pero y a nosotras, que pasa con nosotras ¿? Tenemos que querernos y cuidarnos y dedicarnos frases bonitas también ya que sin querer condicionan nuestro día a día y con un “hoy va a ser un gran día” o “hoy me veo bonita de verdad” hace que nuestra estima no caiga.

También, las palabras pueden transmitir mentiras, quien no ha mentido alguna vez sea por el motivo que sea, para captar la atención de la interlocutora y decir algo que no es cierto. Somos conscientes de que las mentiras, siembre van acompañadas de la mímica.

La palabra tiene un enorme poder, puede ser de gran belleza, de amor, poesía, vida, positivismo, y también hay un lado oscuro que la retuerce, la grita y la oprime. Siempre va a haber voces que intentan dejar su mensaje por encima del resto, elevando el tono y atacando a las demás, pensando que sus palabras son las únicas validas y moralmente sesgan las vidas de quienes se oponen o permanecen indiferentes.

Es nuestra responsabilidad la manera de usar la palabra. Debemos utilizarla para crear, construir, compartir, abrazar, dar cariño y no para destruir o atacar.

Se os quiero a todas y todos ¡!

Salud ¡!