Escrito por "Coralito"
Llega el verano y con él los viajes al sur global.
Bien elijas el estilo Safari de caza o el estilo ‘ayuda humanitaria’, ambos son ejemplos de racismo colonial. El primero es obvio en sus objetivos y formas mientras que el segundo disfraza la supremacía blanca con unas maneras muy buenistas.
Las redes sociales se inundan de fotos de personas blancas rodeadas de niños negros o indígenas, como si estos formaran parte del paisaje o fueran elementos fotografiables. Se sube la foto de los menores junto a una imagen de un atardecer y una imagen del plato típico del país. Pero piénsalo bien, si un etíope viajara a Alemania y se hiciera la misma foto con niños locales sin permiso, ¿cúanto tiempo tardaría en ir a la cárcel? Esto recuerda a los antiguos zoológicos humanos y es muy perturbador pensar que es lícito fotografiar menores porque venimos de la ‘auténtica civilización’. Lo más sangrante de todo son los pie de foto: ‘no tienen nada pero te lo dan todo’ ‘son tan felices con tan poco’.
Otra de las acciones racistas de este verano son los voluntariados de dos semanas donde enseñar a la gente local cómo construir una escuela o un pozo (creyendo que por venir de Occidente tienes ese superpoder), cuando realmente tu profesión es jardinero. No tienes ni idea de cómo se construye un pozo ni una escuela, pero ¿tiene sentido que vayas a intentar ayudar sin antes preguntar a esta gente si te necesitan? ¿Cúantos proyectos quedan abandonados sin llegar a nada? ¿Queremos fomentar la autonomía y el empoderamiento local o perpetuar las relaciones de dependencia de la ayuda externa manteniendo dinámicas de dominación y subordinación?
Al sur global hay que irse encontrado con uno mismo, no puedes usar estos países para hacer el viaje del autoconocimiento. Ellos no tienen la culpa de tu ansiedad y de que no sepas quién eres con 35 años, no uses estos viajes para encontrarte contigo mismo.
La ayuda humanitaria, la mayoría de ONGs y asociaciones esconden el neocolonialismo de una forma progresista que rezuma a rancio. África no necesita tu complejo de salvador blanco, necesitan panafricanismo y lucha anticolonial. Necesitan que dejemos de decir lo que necesitan.
La ayuda humanitaria perpetua las relaciones asimétricas de poder entre los países occidentales y el sur global, tomando el control y las decisiones en nombre de las comunidades.
A pesar de sus intenciones altruistas, éstas estructuras deben ser examinadas críticamente en su papel dentro de este sistema. Es fundamental que operen desde una perspectiva horizontal y respetuosa, escuchando y trabajando en colaboración con las comunidades locales.
Desde una mirada libertaria, debemos aspirar a una transformación radical de las relaciones internacionales y los sistemas de poder que perpetúan el racismo y la desigualdad. Esto implica abogar por la autodeterminación de los pueblos y la igualdad en el acceso a los recursos y oportunidades.
Es responsabilidad de cada individuo cuestionar nuestras propias acciones y privilegios, y trabajar hacia un turismo más ético y antirracista.