No sé si os habéis dado cuenta, pero ahora todo el mundo sabe mucho y además de casi todo, el conocimiento se ha democratizado enormemente desde que existen las redes sociales, antes había que estudiar o por lo menos leer mucho para saber cosas; ahora, sin embargo, cualquiera tiene Facebook, Instagram o cualquier otra red social en la que la “sabiduría” circula a raudales y es muy fácilmente accesible. Todxs sabemos de todo, o eso nos creemos; pero hay un grupo de sabixs que a mí personalmente me tiene fascinada; el de los Padres y Madres. Como No madre que soy, sé que va a haber personas que se van a sentir ofendidas por estas palabras, pero creo que tengo todo el derecho del mundo a opinar acerca de un tema que me afecta como cualquier otro tema de esta sociedad en la que vivo.
Voy a hablar en femenino porque soy mujer, pero los padres están igualmente incluídos en esta reflexión que me taladra últimamente. Antes, una mujer era madre por designio divino; había que casarse y tener hijos, no había muchas más opciones sobre todo para las mujeres, y como las mujeres solo se podían casar con hombres, pues para ellos también había pocas posibilidades más. Una vez casados, el siguiente paso era ser madres y además sin esperar mucho porque no estaba bien visto. La educación de lxs hijxs era algo secundario y se hacía un poco a salto de mata, supongo que el instinto y el sentido común hacían la mayor parte de la tarea. La que tenía un instinto maternal más desarrollado pues imagino que sería más cariñosa con sus vástagos, la que por carácter fuera más cariñosa les daría más abrazos a sus polluelxs y la que tuviera más sentido común se preocuparía más, quizás, de que estudiaran y se prepararan para la vida de adultxs. Y así las cosas fuimos creciendo más o menos bien, con nuestras cositas, cada cual con las suyas, pero dentro de la normalidad, porque tampoco hay que olvidar que nuestras mamás a su vez, también tuvieron unas mamás que hicieron lo que pudieron.
Ahora no, ahora el cuento ha cambiado mucho en este campo, la gente sabe muchísimo sobre la maternidad, se estudian todos los perfiles de Instagram de madres consejeras para aprender, se suscriben a la revista Ser Padres y se leen todo lo que aparece en Facebook relacionado con la crianza. Y así, cuando llega el feliz momento ya tienen todo muy claro; se apuntan al AMPA en cuanto la criatura empieza el cole y empiezan a dar por saco; las más aplicadas hacen un grupo para pedir a lxs profes que les manden diariamente lo que hacen lxs niñxs y así poder estudiar con ellxs; además de aplicadas tienen un bajo concepto de sus hijxs ya que consideran que no pueden estudiar solxs. Luego están las antimilitaristas, que piden la eliminación de las filas y del uso de silbatos porque es muy ofensivo y humillante para las criaturas; las ecoveganas quieren que los menús del comedor sólo tengan productos de km0 y mayormente verdura y fruta, y también que en los cumpleaños no les den a lxs niñxs chuches, que les den tiras de zanahoria y apio; las healthy piden más horas de deporte y las “raritas” piden la abolición de todo lo relacionado con la navidad y el Olentzero porque en sus casas no se miente, y tú no le debes decir a tu hijx que existe el Olentzero porque el día que esa criatura descubra la verdad no va a volver a confiar en sus padres.
Y así va la cosa, imaginad lo que tiene que ser hoy en día ser profe con unas madres tan listas, que yo me pregunto porque no dejan a sus criaturas sin escolarizar y les enseñan en casita, y yo misma me contesto que debe ser porque consideran que su sabiduría no debe quedarse de puertas para adentro, porque si no es así no lo entiendo.
Si nos movemos hasta el campo del deporte escolar, la cosa es aún peor, las madres se convierten en expertas entrenadoras, jugadoras, masajistas, arbitras y hasta diseñadoras de ropa deportiva. Y cuando llega un cumpleaños son organizadoras de eventos a máximo nivel y RRPP de alto estanding. No cabe tanta sabiduría en un cuerpo de persona humana, no lo entiendo…
Es verdad que se habla mucho de la fuerza de una madre, pero yo pensaba que era una especie de fuerza animal a la hora de proteger a un hijx de un peligro, pero esta capacidad de saberlo todo me fascina en el peor sentido de la palabra “fascinar”.
Madres del mundo, por favor, dejad ya de hacer el gilipollas; estáis criando pusilánimes, intolerantes a cualquier NO, incapaces de tomar decisiones ni de aceptar responsabilidades, no les hacéis ningún favor. Lxs niñxs son mucho más listxs de lo que vosotras creéis y tienen que comer chuches (que sería una infancia sin chuches); esta especie de supermamas competitivas y megalistas que saben perfectamente lo que es bueno y lo que es malo para una criatura, tienen que relajarse y aceptar que sus hijxs tendrán defectos, sufrirán, arrastraran algún trauma, harán cosas bien y otras muy mal, serán queridxs por unxs y no tanto por otrxs. Imagino que ser madre no tiene que ser fácil, pero tampoco hay que hacer tantos cursos.
Y hasta aquí hemos llegado, sé que las que no se sientan reflejadas no se van a ofender en absoluto; y a las otras…lo siento, tenía que decirlo.