A estas alturas de la película no nos vamos a engañar, hemos caído todxs en las redes sociales. Las utilizamos para estar informadxs, para saber de amigxs que viven lejos, como álbum fotográfico y para entrar al trapo de las mil y una discusiones que generan diferentes opiniones personales, artículos de prensa o decisiones políticas. Cuidado con esto último, que el desgaste que genera discutir con desconocidxs no creo que sirva de mucho, es mejor negarse hacer horas extras en el trabajo. Es mucho más productivo.
No voy a negar que tienen su parte útil, cuando queremos mover actividades culturales organizadas desde el sindicato, ya damos por hecho que Facebook o Twitter nos van a dar mayor repercusión. Informamos de las luchas y los logros de nuestras Secciones Sindicales, anunciamos las huelgas convocadas o las represiones sufridas por ejercer nuestros derechos entre otras muchas. Llegan tan lejos que ahora mismo las rrss son un buen medio para que mucha gente conozca, a nivel estatal o mundial, que hay una huelga de estibadores de veintiún días en Bilbao. No os penséis que estoy haciendo apología de estas plataformas de comunicación online, ni que me apetezca vanagloriar a multimillonarios como Mark Zuckerberg o Jack Dorsey, este artículo no va por ahí.
Uno de los objetivos que impulsan las rrss es conseguir infinidad de seguidorxs. Sin ir más lejos CNT Sindikatua pasó a tener algo más de cuatro mil “followers'' en Facebook, pero yo no paro de hacerme la misma pregunta ¿por qué la actividad ejercida en rrss no se ve reflejada en las organizaciones sindicales? Si somos tan activxs en las rrss y todxs tenemos tantas ganas de cambiar el mundo ¿por qué cuesta tanto acercarse a un sindicato y afiliarse? Os puedo asegurar que nos iría mejor en nuestros trabajos si estuviésemos afiliadxs y militando.
Os voy a poner un ejemplo claro de lo útil que es un sindicato. Todxs nos hemos enfrentado en algún momento al despido laboral, y aunque siempre decimos en el sindicato que el despido empresarial es libre como norma general, a nivel jurídico no lo es. Un empresario no te puede despedir sin justificar el despido y no debemos dar por hecho que aunque nos pague la indemnización correspondiente, esta sea la forma legal de actuar. Todo despido es causal a efectos jurídicos, y es nuestro deber, como trabajadorxs, estar bien informadxs para no sufrir continuos abusos laborales por parte de la empresa. El sindicato es una herramienta necesaria que nos permite aunar fuerzas y enfrentarnos con conocimiento a la patronal.
Constituir una Sección Sindical en la empresa, sería el primer paso para poder exigir mejoras laborales y no permitir que nos vapuleen. Una vez dado este paso nos reuniremos en el sindicato para redactar un acta de Constitución de la Sección Sindical que enviaremos a la empresa mediante burofax para que quede constancia de nuestra actividad sindical, que es la que nos VA A PROTEGER JURÍDICAMENTE DE REPRESALIAS EMPRESARIALES. A la empresa no le va a quedar otro remedio que reconocer nuestra Sección Sindical tal como estipula la Ley Orgánica 11/1985, de 2 de agosto, de Libertad Sindical. Así que por mucho que amenacen con despedirnos, no lo van a tener tan fácil. Por cierto, no es necesario tener unx representante legal de lxs trabajadorxs para poder ejercer cualquier actividad sindical, que no os confundan.
Las redes sociales no van a cambiar el mundo por mucho que nos empeñemos. Si de verdad queremos ser útiles y cambiar las cosas, no es suficiente con ser muy activxs en plataformas digitales. Rodéate de compañerxs con inquietudes similares en el trabajo y no dudéis en acercaros por CNT para recibir un buen asesoramiento y empezar a trabajar por unos derechos laborales dignos.
No quiero acabar este artículo sin mencionar el apoyo continuo que tenemos de las radios libres y de otros medios alternativos que son muy válidos y necesarios. Siempre hay que tenerlos presentes porque hacen una labor que es digna de ser mencionada y muchas veces, muy poco reconocida. No nos engañemos, el resto de medios de información ejercen un boicot continuo a nuestras demandas, nos silencian porque somos molestxs, y darnos visibilidad sería contraproducente para este sistema capitalista. Al denunciar las injusticias laborales, que muchas empresas ejercen sobre sus trabajadorxs, la radio, la prensa y la televisión prefieren defender y proteger a Amancio Ortega, que desenmascarar todo el entramado corrupto y de continua explotación laboral que una multinacional como Inditex guarda debajo de su alfombra. Al menos una radio libre, como Irola Irratia (107.5 fm), nos va a dar voz donde otros medios nos la quitan.
