23/02/2024

ESTO NO ES UN ARTÍCULO A FAVOR DE LA ABSTENCIÓN

Escrito por Fernando García Regidor

El viento gallego es como llamamos al que suele traernos las lluvias a las tierras vascas. Es un viento frío, húmedo y desapacible, que entre brumas, torna el cielo en plomo y nos escupe sin piedad sus aguaceros del noroeste.

En esta ocasión, el noroeste trae olor a elecciones, que lejos de parecerse al agradable petricor de la tierra humedecida por las tormentas de verano, resulta ser un tufo a papel mojado, halitosis de cura y perfume barato de vendedor de crecepelo.

En breve, el páter Urkullu, anunciará en su homilía dominical la fecha de las elecciones en las que parte de los vascos y las vascas estaremos llamados a participar, para delegar ordenadamente nuestra acción política en representantes políticos profesionales, que son los que, según dicen, saben hacer las cosas.

Se esperan elecciones animadas, por la posibilidad real de que EH Bildu saque al PNV de Ajuria Enea. Cosa difícil, ya que el PNV presenta a su candidato Pradales, pero también presenta a un subcandidato apellidado Andueza, que viste la camiseta del PSE y en un gesto izquierdista a más no poder, ya ha garantizado su apoyo incondicional al Partido de Dios y la Ley Vieja.

Tengo que reconocer que hasta yo, que tengo intacta la flor en eso del votar, me planteé desvirgarme si EH Bildu llevaba a Otegi como candidato. No porque espere nada de él ni de su proyecto político, que va a ser que no, porque ya sabemos de qué va eso de la socialdemocracia, sino por hacer la gamberrada. Eso sí que me hacía gracia.

Me imaginaba las lágrimas y pataleos del PNV por verle investido lehendakari, humillando a Dios, que decidió en el Génesis que ese puesto siempre debía ser ocupado por un jeltzale puro y no por un gentil impuro, pero sobre todo, por deleitarme con los histéricos alaridos y el chirriar de dientes del españoleo ibérico al ver a su particular representación de Belcebú sentada en el Trono de Lehendakaritza.

Me meaba de la risa fantaseando con la idea de tener un lehendakari "de la ETA". Pero luego pusieron a ese señor tan sosito y bueno, parece buen tipo, pero a mi ya me chafaron la gamberrada y se me pasaron las ganas.

Mira que le tienen tirria a Otegi. Que vale que estuvo un rato en ETA haciendo sus cosas, pero vamos, que ni que hubieran puesto de coordinador general de EH Bildu a... bueno, no voy a decir nombres, que no quiero hacer a nadie de menos.

La cosa es que con el aroma a elecciones que viene de Galicia, empiezan a florecer los pelmazos que tratan de movilizar a los abstencionistas de izquierdas con la astuta táctica de insultarlos, infantilizarlos y menospreciarlos, con tanta pasión como miedo tienen de que los suyos no ganen las elecciones.

Ya empiezan a sonar los primeros “pues si no votas, no te puedes quejar”, “pues si no votas, tu voto se lo dan al que más votos tenga”, “pues si no votas, le estás haciendo el juego al fascismo”, “pues al menos vota en blanco, pero vota”, “pues por cada voto que no se mete en la urna, un cocodrilo se come el gatito de un niño ciego que vive en Gaza” y demás ocurrencias de gente que no tiene ni la más remota idea de cómo funciona el sistema electoral, pero da por hecho que si ese abstencionista votase, lo haría a favor los suyos, que son los buenos y no de los otros, que son los malos, basándose en una mezcla de suposiciones y deseos que sólo están en su cabeza de abnegado votante.

En fin, esto no es un artículo a favor de la abstención. Sólo es un suspiro de hastío ante la tabarra que se nos viene encima.

Esperemos que pase pronto y que gane quien gane, nos veamos pronto en las calles, que es donde está la acción política genuina y es donde nos podemos y debemos encontrar todos y todas aquellas que queremos construir un nuevo mundo mejor, sobre las cenizas del viejo y moribundo que debemos rematar, codo con codo, votantes y abstencionistas.