La patronal del metal de Bizkaia, FVEM, ha presentado los resul-tados del ejercicio 2017 y las previsiones del sector para 2018. Ha resumido un 2017 como "espectacular", ya que ha cerrado el año con un crecimiento del 4,5%, por encima de la media de Euskadi, ya que el índice de producción industrial se ha situado en un 2,8%.

También ha aumentado el número de personas ocupadas del sector (3.000 personas), y la FVEM mantiene las buenas expectativas para este año. Según los informes macroeconómicos el crecimiento va a continuar, y así lo reflejan las expectativas de los empresarios. El último trimestre de 2017 fue a mejor, y se supone que en los primeros 6 meses de 2018 se pueden mejorar los datos de crecimiento.

Sin embargo, en estos datos la FVEM no tuvo en cuenta los siguientes datos. En el sector se registraron 866 partes de enfermedades profesionales, 100 más que en 2016. En la industria, en Euskadi, los accidentes de trabajo traumáticos subieron en más de 500 personas (de 9.500 a 10.000). 6 personas murieron sólo en la industria de Bizkaia, además de darse 17 accidentes de trabajo muy graves. Los números han empeorado respecto a 2016.

Los datos serían aún más serios si multitud de enfermedades profesionales estuviesen reconocidas; hay que recordar que el Reino de España las omite, y de esto se aprovechan las empresas asociadas a la FVEM.

No se trata de empañar unos resultados económicos de los que la patronal del metal de Bizkaia se siente orgullosa; están interrelacionadas. Los ritmos de trabajo han aumentado, las condiciones y precariedad, empeorado. Las empresas obtienen más beneficios a costa de sus plantillas, que acaban por sufrir más accidentes y enfermedades profesionales. Son dos caras de la misma moneda.