02/11/2023

Anarquía en Argentina

Escrito por Endika Alabort Amundarain

De un tiempo a aquí, cada vez más medios de comunicación del estado español hablan del fenómeno libertario. En las redes sociales, este uso es aún más intenso. Y ya me gustaría que estuviesen hablando de la creación y expansión de las nuevas organizaciones de cuño libertario de la actualidad, o del avance de organizaciones anarcosindicalistas ganando huelgas y obteniendo mejoras para la clase obrera. Pero no es el caso.

Hablan de Javier Milei, fenómeno político argentino (por llamarlo de alguna manera), como libertario. No, no es un anarquista. Es el enésimo defensor a ultranza de la propiedad privada, la suya, claro está: robar nombres y conceptos al anarquismo no les parece mal, como ultraliberales que son.

Entonces… ¿ser anarquista y ser libertaria no significan lo mismo? ¿Era Bakunin libertario? ¿De qué estamos hablando, pues?

En nuestro entorno, la palabra libertario remite a las ideas anarquistas, y la gran mayoría de las veces se consideran sinónimas. En palabra de Carlos Taibo, las personas libertarias, toman posiciones que, aunque no necesariamente anarquistas, se adhieren a principios básicos relacionados con la democracia directa, la toma de decisiones mediante la asamblea o la autogestión. El adjetivo anarquista, en cambio, se utiliza para describir la posición y el movimiento que se identifican con la doctrina anarquista, entendida ésta en un sentido mucho más concreto (Repensar la anarquía, 2013).

En inglés, la palabra libertario (libertarian) apareció a finales del siglo XVIII, cuando William Belsham, escritor e historiador político inglés, escribió sobre el libertarismo en el contexto de la metafísica. Muchos autodenominados libertarios (ultraliberales, que a partir de ahora denominaré libertarios*) se agarran a este hecho para justificar el uso de esa denominación, pero la realidad es que el uso del concepto por ese tipo de liberales solo tiene alguna continuación, y extremadamente débil, en el entorno de los Estados Unidos de América.

Quien por primera vez se autoproclamó anarquista fue Proudhon. En su obra Qu’est-ce que la propriété? (1840), frente a la anterior consideración despectiva de la palabra; lo identificó con la ideología y el movimiento que llevarían hasta el límite las posibilidades de igualdad y libertad abiertas tras la revolución ilustrada.

Más tarde, y en un sentido político, en el siglo XIX, la palabra libertario (del francés libertaire) fue citada por Joseph Déjacque en una carta de mayo de 1857[1], que estaba dirigida a Proudhon. Usó la palabra libertario contra la palabra liberal, porque no estaba de acuerdo con Proudhon, que calificaba de “anarquista a medias, liberal y no libertario”. Este señalamiento de Déjacque respecto a Proudhon se debe al conservadurismo y misoginia de este último. Déjacque también fue el promotor del periódico anarquista Le Libertaire, nombre de cabecera que han mantenido diferentes publicaciones anarquistas.

El término francés saltó a la fama como eufemismo del anarquismo en la década de 1890, sobre todo en el sector editorial, debido a la aprobación de las “Lois scélérates”, ya que estas leyes prohibieron las publicaciones anarquistas en Francia. Estas leyes fueron adoptadas en Francia durante la Tercera República con el objetivo de reprimir el movimiento anarquista. A partir de la década de 1930, en el territorio español se habla del “movimiento libertario” para hablar de las organizaciones anarquistas y de sus militantes.

Está más que clara la conexión entre el anarquismo y la palabra libertario. El uso de la palabra libertario por liberales ha sido históricamente mínimo, pero los libertarios* la reivindican como suya. ¿Cómo pasó el concepto libertario, de ser un movimiento anticapitalista para definir a un partidario del capitalismo de libre mercado más salvaje?

El término anarcocapitalista, o que podríamos considerar como derecha libertaria*, es un concepto posterior al anarquismo, ya que su prefijo, "anarco", es la apropiación del ideario de supresión del Estado. El anarcocapitalismo quiere un capitalismo extremo, sin instituciones públicas ni colectivas. De hecho, cabría decir que hablar de anarcocapitalismo es un oxímoron, ya que el anarquismo es incompatible con el capitalismo mismo.

Los liberales de ultraderecha, anarcocapitalistas y autodenominados libertarios*, han asumido el concepto de libertario a partir de la década de 1950. Detrás de esta apropiación se encuentra la Escuela Económica Austriaca de la que Murray Rothbard fue pionero. En este texto no se va a profundizar en la Escuela Austriaca, los dimes y diretes que se dieron dentro de la misma, porque da para bastantes capítulos, con corrientes como paleoconservadurismo, minarquismo y muchas derivadas más. En resumidas cuentas, Rothbard, en los sesenta del siglo XX, se acercó a la New Left (Nueva Izquierda) de Estados Unidos en un contexto de movilizaciones contra la Guerra de Vietnam, de la que tomó la palabra libertario para definir a su proyecto político y social, fundando el Partido Libertario en 1971. A partir de entonces, primero en los Estados Unidos, comienza a utilizarse libertario* con la nueva acepción, que nada tiene que ver con la original. Es cierto que la palabra en inglés, libertarian, se utilizaba en el mundo anglosajón en el siglo XIX, pero ligado al significado del anarquismo individualista.

Esto ha distorsionado completamente el concepto de libertario. Entre las paradojas de estos libertarios*, se puede observar que muchas veces, sus propuestas reales coinciden con políticas de extrema derecha, más allá de la retórica que utilicen en pos de la libertad. Ludwig von Mises, liberal y pensador clave para los libertarios* actuales, por ejemplo, apoyaba a la ultraderecha ante el riesgo de perder privilegios capitalistas[2]. Friedrich August von Hayek, otro pilar de estos libertarios*, apoyó claramente el régimen de Pinochet en Chile; y es conocida la visita de Milton Friedman a este dictador, aunque para muchos libertarios* Friedman solo fuese un neoliberal, no lo suficientemente radical[3]. Por último, hay que hacer referencia al economista benicarlando Juan Ramón Rallo, que, autodefinido como “liberal libertario*[4]”, ha apoyado el programa económico del partido ultraderechista Vox[5], aunque luego, como suele ser habitual en él, se haya desmarcado del mismo. A esto hay que añadir que, detrás de este aumento de personajes libertarios*, muchas veces mediante la financiación de parte de think-tanks de origen anglosajón[6].

Por lo que es un error utilizar la palabra libertario para definir a estos ultraliberales. Si hablásemos del contexto de los Estados Unidos, en todo caso, habría que utilizar libertarian, pero no libertario. Insisto, estos ultraliberales no son libertarios. Utilizan un concepto de libertad con el que quieren ampliar las “libertades” del que tiene, del propietario, del poderoso, de las clases dominantes, a costa de la libertad de las clases oprimidas, de la clase trabajadora.

Por ello insisto: no uséis la palabra libertario para denominar a estos ultraliberales. Están en las antípodas de lo que propone el anarquismo. Y, compañeros y compañeras de América Latina, no dejéis que desde las élites económicas de Estados Unidos os impongan como llamar a estos ultraliberales. No dejemos que esta gente se apropie de más términos, porque es un saqueo semántico. Que al final la palabra libertad se va a convertir en sinónimo de que los explotadores hagan lo que les venga en gana.

A las cosas por su nombre: ultraliberales, y punto.

 

[1] De l’être-humain mâle et femelle. Lettre à P.J. Proudhon. 1857 https://fr.wikisource.org/wiki/De_l%E2%80%99%C3%8Atre-Humain_m%C3%A2le_et_femelle_-_Lettre_%C3%A0_P._J._Proudhon

[2] Von Mises, L. (1927) Liberalismo

[3] Astarita, R.  11/12/2022 Milei y los “austriacos”, fascismo y dictaduras https://www.sinpermiso.info/textos/milei-y-los-austriacos-fascismo-y-dictaduras

[4] https://twitter.com/juanrallo/status/1245442654764236802?lang=bg

[5] Rallo, J.R. (4/12/2019) Vox: el mejor de los programas económicos https://blogs.elconfidencial.com/economia/laissez-faire/2019-04-12/vox-el-mejor-de-los-programas-economicos_1938754/

[6] Fang, L. (25/8/2017) Esfera de influencia: Cómo los libertarians estadounidenses están reinventando la política de América Latina https://theintercept.com/2017/08/25/atlas-network-alejandro-chafuen-los-libertarians-estadounidenses-america-latina/