La Patronal vasca está preocupada por el alto porcentaje de absentismo laboral que se da el la CAPV, con una cifra del 8,4% durante el primer trimestre del año. Dentro del concepto de absentismo laboral que maneja la Patronal se incluyen las ausencias en el trabajo tanto por baja médica como por otros motivos.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) define el absentismo laboral como «una situación en la que el trabajador no se presenta en su lugar de trabajo, o acude menos horas de lo estipulado, cuando desde la organización se esperaba que acudiera, o permaneciera todo el tiempo en dicho lugar».
Atendiendo a la definición de la OIT, la Patronal interpreta el absentismo desde una perspectiva engañosa ya que comunicar a la empresa con antelación, por ejemplo, una futura operación quirúrgica y su posterior período de recuperación no debería ser contabilizada como absentismo. Todo aquello que suponga ausencia del puesto de trabajo estando la empresa al corriente con anterioridad debería excluirse de ese 8,4% que sitúa a la CAPV a la cabeza del absentismo en el Estado Bananero Español.
En realidad, la Patronal tiene una fijación casi exclusiva con el absentismo en relación a las bajas médicas. Sabemos de qué pie cojeamos cada cual, por tanto no es muy aventurado manifestar con claridad que si la Patronal señala los contratiempos derivados del absentismo no lo es en base a una preocupación por la salud de la Clase Trabajadora y sí por el coste económico que supone a las empresas. Más de lo de lo mismo, todo va bien siempre y cuando no se les toque la cartera.
El escenario ideal de la Patronal es aquel donde cualquier ausencia del trabajo, sea principalmente por baja médica o por cualquier tipo de licencia retribuida recogida en la normativa laboral, no suponga remuneración; es decir, si alguien falta se cubre ese puesto reorganizando las funciones internas o echando mano del jugoso mercado laboral, todo con gasto cero. Mentalidad esclavista forzada a adaptarse a los tiempos que corren.
Como ese escenario ideal de la Patronal no es posible, al menos de momento, el discurso empresarial se centra en jugar con una Clase Trabajadora despistada culpabilizándola, como ha hecho el presidente saliente de la patronal alavesa SEA, relacionándo el absentismo con la pérdida de valores que subyace en el subconsciente de la Clase Trabajadora y que acaba por hundir empresas. Sí hay una pérdida de valores en la Clase Trabajadora; son valores de lucha, de emancipación, de orgullo de clase, de generadora de riqueza; nada que ver con lo afirmado por el explotador del SEA cuyos valores parasitarios, a la vista de sus declaraciones, son claros y bien cimentados.
Si tanto molesta el absentismo laboral, con el punto de mira Patronal apuntando a las bajas médicas, bueno sería girar la vista e implementar medidas para que las condiciones de trabajo no dañen la salud y ahí es donde la Patronal ni está ni se la espera porque toda mejora de las condiciones de trabajo supone una inversión económica no contemplada por quienes viven del sudor ajeno. Es el permanente intento de disfrazar como fraude situaciones de enfermedad. Acabamos llegando a lo inevitable: la Lucha de Clases.
