Un tema que me apasiona es el de la Utopía, y cómo interactúa con la Realidad. El gran problema para el Anarquismo y para la Filosofía en el momento actual es la destrucción de la comunicación entre seres humanos, haciéndolo sobre el significado, el concepto, y dejando el término vacío.
En la destrucción múltiple del lenguaje que se efectúa en esta Sociedad mediática de Poder y Dinero, se busca que cada palabra significativa pierda su sentido original y que adapte, en cada momento, el que convenga al Poder constituido. Ejemplo, Utopía en la economía de mercado.
Entre el Capitalismo y la Sociedad Tecno industrial se han deglutido a la Sociedad del Espectáculo, y los tres consiguen que la Utopía de la Economía de Mercado parezca ilusoriamente como un proyecto acabado, racional y eficaz, siendo realmente liberticida y mortal.
La Utopía es ese lugar del "no-lugar" etimológico, imposible, impensable, donde la frase de Mayo del 68: "Seamos realistas, pidamos lo imposible" adquiere su valor enraizándola con acciones basadas en pensamiento utópico.
En esta Sociedad del Espectáculo, se utiliza la palabra "utópico" de forma peyorativa para descalificar cualquier idea que se salga del canon de la Economía de Mercado, siendo la ironía suprema que, aquel, no es creíble por incumplir promesas de progreso, bienestar y felicidad.
Todas las descalificaciones que se dan sobre el concepto de utopía emanadas por los corifeos propagandistas del único y victorioso modelo existente, en apariencia por rechazo al propio concepto; pero es más sibilino y artero disfrazar de no utópico al Capitalismo, siéndolo así.
Siendo la economía de mercado, la Sociedad Tecno industrial incumplidora sistemática de las promesas de acabar con los males de este mundo con cada nuevo descubrimiento y/o invento que aparece, no sólo supone un engaño, un sarcasmo; además es una ventaja táctica para perdurar.
La Sociedad del Espectáculo acompaña a la de Mercado y a la Tecno industrial con el propósito de elaborar el discurso de su propia Utopía, consciente de su imposibilidad ejecutiva, negando su existencia para anular a otras, apelando al pragmatismo como justificación de su éxito.
Porque se niega que esta Sociedad es resultado de una Utopía soñada por Adam Smith hace tiempo, y realizada en la Revolución industrial, es por lo que debemos construir la nuestra enraizada de forma práctica en nuestra realidad, para no sucumbir al engaño de un falso Realismo.
La Utopía como "no lugar", para que sea factible debe estar sustentada en la Realidad con cuerdas de pensamiento utópico, con acciones cuyos objetivos los ciudadanos "de orden" consideran imposibles de alcanzar.
Para que la Utopía no sea fruto alienado de la Sociedad del Espectáculo debe ser el "no lugar" por un lado, y la huellas, rastros de lo que los revolucionarios vivan y sean en la realidad.
Para que la Utopía sea viable, y no una producción alienada de esta Sociedad, debe ser a la vez guía para la acción, y un proyecto en permanente construcción, en el que la práctica, al amparo de la Ciencia y la Razón sea una confluencia con aquella, cambiando ambas.
La utilidad de la Utopía en la Realidad se da, sobre todo, en la construcción de pensamientos utópicos aplicados en la acción práctica, que nos lleva más allá de lo que la apariencia de la percepción personal y/o social nos ofrece como "Realismo ".
Con pensamientos utópicos, es con lo que podemos alcanzar el máximo nivel en nuestra acción personal y colectiva, con resultados que van más allá de lo que pudiera parecer posible. Que la Utopía sea "imposible" es indispensable para la acción práctica revolucionaria.
Como dijo Eduardo Galeano, la Utopía no es un final, sino un camino. Yo añadiría que es un camino de perfeccionamiento hacia un horizonte al que nunca se termina de llegar, pero que, precisamente al caminar hacia él, poco a poco cambia en nuestra percepción.
Por todo lo que se ha aportado en la Filosofía, es por lo que la Utopía es imprescindible para cualquier planteamiento revolucionario. Sin ella lo imposible, lo impensable no hubiera ocurrido nunca en la Historia.