Lo más grave es que desde los sindicatos se esté presentando este convenio como un ejemplo para otros sectores, como el de hostelería. El contexto a la hora de negociar no es el mejor para pactar mejoras, ya que las reformas laborales han dado más poder a las patronales, y a nivel sectorial se está pactando, como mucho, la defensa de las condiciones actuales. Pero aún así, desde CNT no podemos defender que la firma de este convenio sea positiva para el conjunto de los y las trabajadoras del sector, ya que las pocas novedades firmadas suponen empeoramientos objetivos de las condiciones.
Las novedades del convenio no suponen mejora alguna.
Los salarios reales disminuyen
En lo que los sindicatos firmantes han acordado con la patronal respecto a los salarios, lo firmado supone un empeoramiento de los mismos. En el periodo que va entre 2009 y 2012 los salarios no aumentan; la subida que se pacta en 2013 está por debajo del aumento del coste de vida durante este año; y para más inri, lo pactado para 2014 es como mínimo un 25% menor que el aumento del coste de vida. Lo que se hace con este pacto es disminuir los sueldos y su capacidad adquisitiva entre 2009 y 2014; no podemos hablar ni de lejos de subidas salariales, solo de disminución de los salarios reales. Ni siquiera mantenimiento, porque para eso debería haberse pactado una subida igual al IPC real año a año.
Se acepta una bolsa de horas a disposición de la empresa
Se ha introducido un elemento que no estaba recogido en el convenio de 2009, la bolsa de horas, lo que supone un notable empeoramiento de las condiciones. Si en el sector ya es complicado conciliar la vida laboral y familiar, con estas 100 horas en las que la empresa puede disponer y cambiarnos el calendario sin tener que consultarnos, va a ser aún más complicado. Dependiendo que como le de a la empresa, nos va a poder estar cambiando el calendario a su antojo.
No hay blindaje alguno frente a las reformas
Sobre el blindaje anti reforma laboral y otro tipo de reformas legales que empeoren la situación de las y los trabajadores, no hay ninguna cláusula específica en la firma del nuevo convenio. Esto es, no se ha firmado ningún tipo de protección frente a las rebajas de las condiciones laborales que se han estado legislando durante estos últimos dos años ni de las que puedan venir en un futuro.
Se facilitan los descuelgues
A la hora de hacer frente a los descuelgues del convenio por parte de las empresas, lo que ahora se especifica es que “deberán de justificar”. En el anterior se exigía documentación precisa (memoria explicativa, balances, cuentas de resultados, o en su caso, informe de auditores o censores de cuentas u otros documentos). Este pequeño detalle es importante, ya que las cuentas, aún siendo las oficiales, son fáciles de maquillar para que la situación económica parezca peor de la real, haciendo aún más fácil los descuelgues. Además, en un sector en el que la contabilidad en B es el pan de cada día de muchos de los comercios.
El cobro de cuatrienios se retrasa
Otro de los cambios está en el cobro de pluses por cuatrienios. La anterior redacción decía que una vez cumplido el cuatrienio, se cobraba a partir del cuatrienio vencido. Con el nuevo convenio, se perjudica a todas las personas que cumplan el cuatrienio en 2013, ya que no lo cobrarán en 2014 (como se hacía hasta ahora, durante el siguiente año del cuatrienio vencido), sino que pasarían a cobrarlo en 2015.
Además, se abre la puerta a que los cuatrienios pasen a cobrarse dependiendo de la voluntad de la empresa, pudiendo obligar a las nuevas incorporaciones a hacer formación o tener un nivel de productividad que dicte la empresa para poder cobrar el cuatrienio.
Se fomenta ir al arbitraje voluntario en materias de ultraactividad y descuelgues
Las decisiones sobre ultraactividad o descuelgues se dejan en manos del PRECO. Esto significa que dejamos en manos de un tercero la solución a los problemas que son de todas y todos nosotros, algo que a fin de cuentas, significa perder la capacidad de decisión por parte de las y los trabajadores.
Conclusiones
La firma de este convenio ha venido precedido del miedo frente a la caída de la ultraactividad y finalización de los convenios sectoriales, cuando constantemente se decía que se pasaría al convenio estatal o al Estatuto de los Trabajadores, en caso de no haber éste. La realidad es más compleja y el abanico de situaciones más amplio del que se estaba planteado en un principio.
Este convenio supone un claro retroceso de las condiciones, por lo que desde CNT no vemos otra opción que la de apostar por organizarnos, además de recordar a los y las trabajadoras que para mejorar las condiciones de trabajo (que están actualmente empeorando), sólo hay un camino: organización y lucha, ya que si nadie trabaja por ti, tampoco nadie va a defender tus derechos.