Deutsche Bank ya fue señalado por el FMI por su riesgo, y en 2016 saltaron todas las alarmas. Pero la Autoridad Bancaria Europea publicó sus test de estrés (examen que se supone enfrenta a los bancos en situaciones extremas y deducen si están o no en condiciones de superarlas), y tanto el banco alemán (como el Popular) lo superaron.
Tres meses después de ese test, se conoció que el examen no había sido igual para todos y que Deustche Bank había tenido un trato de favor en ese proceso de supervisión. El mismo examen en EEUU, lo suspendió. ¿Qué se escondía detrás de esta situación? Es un banco demasiado grande, un problema demasiado grande como para dejarlo “caer”. Y el Gobierno Alemán lo respaldó, además de que en Alemania son pocas las entidades supervisadas directamente por el Banco Central Europeo y que se someten a los test de estrés. No como en el Reino de España.
A fin de cuentas, el banco alemán es un problema demasiado grande como para estrenar el recién creado Mecanismo de Resolución Europeo.En Italia, con una situación mucho peor, no han liquidado el Monti dei Paschi. Han faltado avales por parte del Gobierno Español, como los utilizados en el caso italiano.
Al final no son cuestiones técnicas sino políticas las que guían este tipo de decisiones.