Dentro de esta sociedad, está claro que hay unos parámetros muy estrechos por los cuales moverse. Para cualquier tema que haya que abordar, las leyes, normas, los reglamentos, pero también las inercias, las dinámicas burocráticas, etc….. suponen un lastre para cualquier acción y / o decisión que sea rupturista, transgresora, transformadora, o simplemente, cuestionadora. Teniendo en cuenta que cualquier acción a realizar va a estar condicionada por el Sistema de Dominación que nos controla, gobierna rodea y envuelve, cuando se realiza debe tener un principio de ruptura, de contradicción, de antítesis con las dinámicas generales del mismo.
En el caso de los cuidadores de personas con enfermedad mental, las perspectivas revolucionarias deben ser planteamientos que aborden el tema primario, que es el tema de la Autonomía y Libertad ejercida por la persona con enfermedad mental, y del cuidador, como ayudante, como representante, como mediador en todo aquello que suponga mayores cuotas de libertad y de dignidad para la persona con enfermedad mental; y de la Salud Mental como parte de un concepto de Salud integral, en una serie de planos mucho más amplios de lo que es habitual. En esta sociedad, el concepto de Salud Física y el de Salud mental se plantean de forma separada.
El primer planteamiento revolucionario de los cuidadores debe ser para abordar con seriedad el tema de la Salud mental, es integrar la enfermedad mental con otros problemas crónicos de salud como algo añadido, con la normalidad, la ausencia de estigma que tienen esas otras enfermedades.
Asimismo, en el segundo planteamiento revolucionario se debe entender que el planteamiento del cuidador no debe ser sólo evitar riesgos y peligros inherentes al desarrollo del cuadro sintomático de su enfermedad o enfermedades, sino debe intentar un proceso de adaptación en dos niveles. El primer nivel, es buscar patrones de conducta que faciliten la Integración y Adaptación de la persona con enfermedad mental a la sociedad existente; y en el segundo nivel, generar estructuras comunitarias y sociales que adapten la Sociedad a la persona con enfermedad mental( 1 ), o sea, que la sociedad en su conjunto tiene que evolucionar y transformarse para adaptarse a la forma de ser y de comportarse de las personas con enfermedad mental.
El tercer planteamiento sólo puede realizarse si el segundo se ha hecho de forma plena y consecuente. Ese tercer planteamiento se basa en la idea, el concepto de definir, identificar, localizar y eliminar todos aquellos elementos, factores y relaciones que sean partícipes del desequilibrio inherente del Sistema de Dominación y Poder, y que incidan de forma positiva(2) añadida en los prodromos(3) que aparezcan frecuentemente, y que sean generadas por pautas de comportamientos dominadoras . Por lo tanto, la labor de destrucción debe estar limitada a los elementos previamente elegidos, con la finalidad de eliminar todos aquellos, que, con buenas razones, se le puede atribuir ser una fuente de injusticia, dolor y sufrimiento.
Esa sería nuestra parte en la Revolución Integral que aspiramos a realizar.
1. Aquí, muchas personas cuidadoras no estarán de acuerdo, simplemente porque su enemigo por antonomasia es la enfermedad como tal, ya que es el primer elemento visible, y por lo tanto, aceptarla, con la idea de adaptarse a ella, puede ser un choque psicológico y emocional enorme, pero como revolucionarios que pretendemos ser no podemos obviar el hecho de las enormes injusticias generadas en el Sistema de Dominación, y que una parte importante del sufrimiento, y de los síntomas de la enfermedad mental son generados por las dinámicas de Poder y Dominación.
2. En la terminología clínica, positivo y negativo no significan “ bueno” y” malo”, sino acciones que se hacen, o no se hacen. En este caso, la acción se entiende como algo que hay que hacer.
3. Los prodromos son síntomas previos a la aparición de un brote psicótico. Pueden ser desde delirios, comportamiento errático, soliloquios, etc.