Escrito por Inma Iglesias Guerra
Hay muchas cosas que me llaman la atención de cómo funciona la sociedad; quizás estoy en un momento de mi vida en el que me cuestiono todas las cosas de un modo más profundo, o quizás es que casi todas las cosas se están volviendo muy cuestionables. El uso del lenguaje es una de ellas, siendo yo una mujer de letras y gustándome desde siempre leer y escribir…no acabo de entender esta necesidad/moda de inventar palabras y quererle poner nombre a todo.
Hace muy poco descubrí tres palabras nuevas; Niñofobia, Adaptógenos y Capacitismo. La primera es evidente lo que quiere decir, pero; aun así; me cuesta entender el sentido profundo de este palabro. Para empezar, ¿lxs modernxs que se han inventado este término no han oído hablar del lenguaje inclusivo?, ¿O es que solo le tienen fobia a los niños pero no a las niñas? En fin…esto es ponerme quisquillosa, pero es que donde las dan, las toman.
Ahora resulta que hay personas que les tienen fobia a los niños; lo que siempre ha sido que te gusten los niños más o que te gusten menos; ahora se ha convertido en algo muy grave, como quien se la tiene a las arañas, a las serpientes o, en mi caso, a las ratas. Como es lógico, cuando voy a un restaurante, hotel, bar, viaje, piscina, etc…pido por favor que esté libre de ratas. Pues las personas con esta fobia, lo que piden es que esté libre de criaturas. ¿hola?...¿hay alguien ahí?; ¿que nos está pasando?. Reconozcamos que casi todas hemos vivido alguna situación en la que unx o varixs niñxs nos han puesto de los nervios, alguna situación en la que se nos ha venido a la cabeza la canción de Serrat; “niño, deja ya de joder con la pelota”. Esto es así porque esos locos bajitos están en otra historia, en la de jugar, y a los adultos se nos ha olvidado jugar y eso a veces hace difícil la coexistencia, pero de ahí a acuñar un término tan feo como niñofobia hay un abismo. Y por si eso no fuera suficiente, hay empresarios muy avispados que ya han visto ahí un nicho de mercado y han empezado a proliferar todo tipo de espacios “Adults only”, dicho así en inglés; que si por ejemplo fuera mi madre la que tuviera niñofobia pues no sabría que ya hay una solución.
Esto, que es una gilipollez como la copa de un pino, genera debate social, porque como somos una sociedad medio idiota, este tema nos parece muy debatible pero; sin embargo, el problema de lxs refugiadxs en las costas griegas pues como que interesa menos, por ejemplo.
La niñofobia es una fobia de gente ridícula y caprichosa, que probablemente tiene muy mal educadxs a sus hijxs. Hay niños y niñas insoportables, esto es obvio, normalmente porque sus progenitores no les dedican el tiempo necesario; pero también hay adultxs insoportables; y me atrevo a decir incluso que todxs somos insoportables para alguien en algún momento.
Esta cosa de la intolerancia genera mucho estrés, que también es algo muy de ahora y muy de esta ridícula sociedad. ¡Ojo! Que no digo que el estrés no exista, a la vista está que cada vez hay más cocorrotos, y que los ansiolíticos son la droga del momento. Pero en vez de plantear que es lo que se está haciendo mal para que cada vez haya más personas incapaces de gestionar su vida, pues vuelven a aparecer lxs avispadxs de turno y se inventan otro palabro, “Adaptógenos”; que son una serie de alimentos y suplementos, (que por supuesto se comercializan en frasco y a precio de adaptógeno) que ayudan al cuerpo y a la mente a lidiar con el estrés. Una lee esto y piensa en unos científicos investigando en una prestigiosa universidad para conseguir inventar una pócima milagrosa que acabe con todos nuestros males; pero no, no hay científicos ni laboratorios ni universidades prestigiosas. Los adaptógenos son alimentos que llevamos comiendo toda la vida; el regaliz y la albahaca, por ejemplo. Pero los avispados de turno que se inventaron el palabro hace un rato, ya se están forrando con las capsulitas. Y yo vuelvo a preguntar…¿hay alguien ahí?
En el fondo me fascina lo imbéciles que somos y cómo nos manipulan, a veces visualizo el globo terráqueo como un inmenso tablero de juegos (va a ser que yo también estoy un poco cucú) y que hay unos entes que son los que juegan con nosotrxs y que deciden de repente que va a empezar a haber gente con niñofobia, o que la gente va a empezar a usar adaptógenos porque nos van a hacer creer que vamos a vivir mucho mejor si usamos los ingredientes necesarios para que nuestro cuerpo y nuestra mente se adapten a la vida. Y cuando esos entes se aburran de este juego pues se inventaran otros palabros que iremos haciendo nuestros y que modificaran nuestro comportamiento según tengan programado. Fascinante y terrorífico a partes iguales.
El último pero no menos importante de mis palabros nuevos es Capacitismo; que viene a denominar a la discriminación que se ejerce contra las personas con alguna discapacidad. Hasta ahí todo bien, pero hay matices… por ejemplo, ¿si tú dejas pasar primero en una cola a una persona en silla de ruedas la estás discriminando?, ¿las paraolimpiadas son discriminatorias? A mí, personalmente es un término que me genera muchas dudas, porque si tú tienes una discapacidad hay cosas que no puedes hacer, y lo suyo sería que las personas nos ayudásemos y cada cual aportara sus capacidades, que son muy diferentes. Si te falta una pierna, igual no puedes correr una maratón, pero podrás hacer otras muchas cosas. Ahora se ha puesto de moda este buenismo rancio de querer que una persona con una pierna corra una maratón, pues es que seguramente esa persona no quiere correr una maratón; así que vamos a dejar a la gente en paz y simplemente vamos a intentar hacer el mundo un poco más habitable para todos y todas.
Y para terminar os voy a regalar una palabra, que aunque no me la he inventado yo, hay mucha gente que parece que no la conoce, Solidaridad. Si no te suena, busca en google…