A sus 98 años, Padín es uno de los últimos testigos del horror que se vivió en aquel centro de exterminio. Además, este histórico militante de CNT fue empleado por el régimen franquista como mano de obra esclava en los denominados “batallones de trabajadores”. “Se trata de uno de los pocos esclavos del franquismo que aún permanece con vida”, ha destacado la central anarcosindicalista.
En mayo pasado, la jueza Servini aprovechó su viaje al Estado español para visitar a Padín en el hospital donde se encontraba ingresado. Si bien no se trató de una toma de declaración oficial, el veterano anarcosindicalista pudo relatar a la magistrada argentina algunas de sus vivencias durante la dictadura. Coincidiendo con aquel encuentro, este sindicato le proporcionó a Servini una declaración por escrito de Padín, lo que motivó el requerimiento de la jueza a la justicia española.
En tal sentido, CNT ha querido subrayar que la declaración de este lunes en el juzgado de Miranda de Ebro significará “un paso más en la lucha contra la impunidad franquista”. “Este sindicato, con miles y miles de militantes asesinados y represaliados por el fascismo, lleva muchos años exigiendo la derogación de toda la normativa jurídica que aún ampara a los criminales del franquismo”, ha recordado.