15/12/2021

JUGUETES PELIGROSOS

Escrito por Fernando García Regidor

Al autodenominado Gobierno más progresista desde el Pleistoceno Superior le sobraban un par de millones de euros, así que no se les ha ocurrido mejor idea que gastarlos en dotar a nuestros amables policías de unas modernísimas porras extensibles de acero.

Según nos dicen, estos chismes, que llaman eufemísticamente "defensas" o "bastones policiales", tienen múltiples ventajas sobre los anteriores palitroques de madera o elastómero, tales como ocupar menos espacio o poder ser utilizados como palanca en actuaciones de salvamento.

Algo se ha comentado sobre la presunta peligrosidad de estas herramientas, que no dejan de ser barras de acero capaces de fracturar huesos de extremidades, cráneos o costillas sin demasiado esfuerzo. Pero ya nos han tranquilizado, explicándonos que los agentes que las porten van a ser adiestrados para su correcto uso y que sólo podrán pegar en horizontal y de cintura para abajo. En ningún caso podrán asestar golpes verticales y desde luego, jamás en la cabeza.

Esta precisión nos ha tranquilizado bastante, teniendo en cuenta que esa es exactamente la misma normativa de uso que tienen las porras semi rígidas actuales. Y es por ello que nunca hemos visto a nadie con la cabeza abierta de un certero porrazo vertical.

Ya habíamos visto a algún que otro servidor público zurrando al personal con uno de estos juguetes, pero ahora su uso va a ser generalizado. Todo sea por evitar la tala de árboles y el uso de plásticos que acaban en los océanos siendo tragados por tortugas y delfines.

Lo curioso es que el regalito se lo han hecho justo después de las protestas policiales por la insignificante reforma a la que se va a ver sometida la famosa Ley Mordaza. De derogar, ni hablamos. Ni con esta ley ni con la Reforma Laboral. No es el estilo del Gobierno del Frente Popular (también se han autodenominado así en alguna ocasión).

Ahora podremos grabar las actuaciones policiales, igual que podíamos hacerlo antes, pero con la diferencia de que ahora el policía grabado te partirá la cara con una porra de acero extensible, en lugar de hacerlo con una antigualla de las de antes.

Lo mismo pasará con lo de pedir el número de identificación. No te lo darán, pero la hostia que te vas a llevar va a estar a la altura de la tecnología del siglo XXI. Todo un avance.

No se ha vuelto a oír ladrar a la jauría policial desde que saben que van a tener este divertido complemento. Al fin y al cabo, lo único que pedían en sus protestas era impunidad total para seguir haciendo las tropelías que les vinieran en gana. Y eso, con un ministro del Interior con un extenso historial de colaboración y encubrimiento de policías torturadores, lo tienen garantizado.

Sólo falta que nos aclaren si esos legionarios de la Bandera Millán Astray que están entrenando para labores de antidisturbios también van a llevar porras de acero o por el contrario van a tirar de mosquetón con bayoneta calada, como manda la reputación y la hombría de tan aguerridos novios de la muerte y apasionados amantes de las cabras.

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