- Las y los trabajadores de la empresa Glefaran en Aranguren (Bizkaia) han conseguido una victoria excepcional en la negociación de su nuevo Convenio
- A esto hay que sumar la readmisión de 2 compañeros despedidos injustamente por la Dirección
Una vez más, David vuelve a ganar a Goliat. Las y los trabajadores de Glefaran han conseguido un acuerdo "satisfactorio para la plantilla horas antes de comenzar la huelga indefinida", que se votó por mayoría aplastante en la asamblea celebrada la a finales de octubre, señalan desde CNT. Los objetivos estaban claros: readmisión de los dos compañeros despedidos de una forma fulminante e injusta, que la Dirección decidió realizar para presionar las negociaciones de cara al nuevo convenio. "El tiro les salió por la culata", y ese hecho hizo que la plantilla de Glefaran estuviera más unida para enfrentar a un enemigo común: la patronal.
Así las cosas, la Dirección de la empresa, tras "varias semanas con una actitud de pasotismo a las exigencias" de las y los trabajadores de Glefaran. Por si fuera poco, decidieron despedir de una forma injusta e inexplicable a dos compañeros sin justificación lógica alguna. Como comentaron muchos trabajadores de la fábrica, "fue la gota que colmó el vaso". Por ello, la organización y unión obrera aumentó y la idea de parar la factoría para conseguir lo que se pedía estaba más claro aún. Había dos puntos importantes:
- Denunciar los despidos de 2 trabajadores. Donde se exigía la readmisión de ambos inmediatamente. Sin su readmisión, las y los trabajadores no se sentarían a negociar.
- -La falta de voluntad para comenzar la negociación de un pacto Convenio por parte de la empresa. A la vez que exigir compromisos que garantizaran el futuro del empleo y las condiciones laborales.
Ante la actitud de la Dirección, se presentó el documento de huelga indefinida que iba a comenzar el 8 de noviembre. La empresa comenzó a titubear y a ponerse nerviosa frente a la negociación que querían llevar adelante: tenían mucha prisa por llegar a un acuerdo. Finalmente, decidieron aceptar prácticamente todas las exigencias que la plantilla de Glefaran había solicitado. Readmisión de los dos trabajadores despedidos; subida de sueldo; paga de marzo al 100%; subida de categorías para varios puestos, etc.
"De este conflicto laboral se sacan varias conclusiones", señalan desde la plantilla. Aunque la más importante es, que con la unión de las y los trabajadores de la plantilla, se han conseguido la mayoría de objetivos que se han exigido. La unión hace la fuerza y la organización obrera certera y consciente siempre saldrá victoriosa ante la patronal. Subrayar también que consiguieron estas mejoras laborales sin hacer ningún día de huelga. "La presión pudo con ellos".