El próximo 26 de septiembre, Ezkerraldea será escenario de una movilización en apoyo a «Las 6 de La Suiza», seis trabajadoras de la CNT condenadas a tres años y medio de prisión por su implicación en una protesta sindical. Las condenas, emitidas por el Tribunal Supremo, responden a su participación en la denuncia pública de las condiciones laborales y el acoso sufrido por una empleada de la pastelería «La Suiza», en Xixón.

Organizaciones sindicales y sociales de Ezkerraldea, que han conformado un comité de apoyo, califican de «injusta» la sentencia y destacan la gravedad del fallo, que según afirman, «restringe el derecho a la acción sindical a la vía judicial». Consideran que este veredicto censura formas tradicionales de protesta, como los piquetes informativos y las movilizaciones callejeras, pilares históricos de la lucha obrera.

“Estas condenas no solo representan un ataque a los derechos laborales y sindicales, sino que buscan amedrentar a quienes seguimos luchando por condiciones dignas”, señalan desde el comité. La respuesta en Ezkerraldea no es casual, ya que la comarca cuenta con una larga tradición de lucha obrera marcada por la represión, con detenciones, encarcelamientos y hasta asesinatos a lo largo de su historia.

Bajo el lema «Ezkerraldea La Suizako 6ekin bat! Gora langileon borroka!», la manifestación se celebrará el 26 de septiembre a las 19:30 horas. Los convocantes han hecho un llamamiento a la ciudadanía y a los movimientos sociales para que muestren su solidaridad y rechazo a lo que consideran un claro ejemplo de represión sindical.

La condena a «Las 6 de La Suiza» ha despertado preocupación en numerosos colectivos, que ven en este caso una advertencia a futuras luchas por los derechos laborales. “Si tocan a una, nos tocan a todas”, advierten, reafirmando su compromiso de no permitir que se silencie la voz de quienes defienden sus derechos.

La movilización se suma a una serie de acciones de apoyo que se están desarrollando en diversas partes del Estado, con el fin de visibilizar el caso y denunciar la creciente criminalización de la protesta sindical.