Tras conocer este caso, el sindicato emprendió distintas acciones para tratar de revertir una situación “tan abusiva como injusta”. “Nuestro compañero había visto cómo el psicólogo cogía del cuello y agredía al anciano, causándole lesiones”, recordó CNT. “Ante este gravísimo episodio, el trabajador denunció lo ocurrido, lo que derivó en su despido”, lamentó.
En la sentencia emitida recientemente por un juzgado de Bilbao se declara la nulidad del despido, “al haberse efectuado claramente como una represalia contra el trabajador, lo que supone una clara violación de uno de sus derechos fundamentales: denunciar los posibles delitos o injusticias que se registren en el centro de trabajo”, remarcó CNT.