El Estado español, que ha permitido la realización de por lo menos 200.000 ERTEs, afectando a más de 1.5 millones de trabajadoras y trabajadores, y sin tener en cuenta si esas empresas obtienen beneficios desorbitados, se ha olvidado de todas aquellas personas que trabajan por cuenta propia sin tener contratadas a terceras. Es decir, el 80% del total de trabajadoras autónomas.
Este tejido social está compuesto habitualmente por trabajadoras económicamente dependientes; o sea, falsas autónomas que aún están obligadas a seguir pagando su seguro social sin estar trabajando, bien a causa del coronavirus directamente, o bien porque la empresa para la que trabajan como falsas autónomas se ha acogido a un ERTE.
Es una irresponsabilidad y una incoherencia, por parte del Gobierno, no condonar a estas trabajadoras autónomas la cuota a la Tesorería General de la Seguridad Social, cuando la mayoría están sin poder trabajar o han mermado considerablemente sus ingresos a causa de la crisis.
Por ello, CNT exige que estas personas autónomas, sin trabajadores a cargo, sean tratadas en igualdad y no deban pagar la cuota a la Seguridad Social durante todo el tiempo que dure el estado de alarma y 2 meses después, considerando que la capacidad de recuperación económica de estas personas no es equiparable a la de una gran empresa.