A su criterio, “el 29-M supone una doble convocatoria de huelga de producción y de consumo”. “El éxito de esta jornada radicará tanto en el seguimiento que tenga en las empresas como en el nivel de participación que se dé en las movilizaciones”.
“Si de verdad hemos de hacer frente al capital, el 29M debe ser tan solo el inicio de un ciclo continuado de lucha”, sostiene.