Hace ahora 52 años Sylvia Rivera y Marsha P. Johnson, mujeres trans, racializadas, bisexuales y trabajadoras sexuales se manifestaron violentamente junto con un abanico de disidentes sexuales, hartas de sufrir el acoso, la represión y la brutalidad policial día sí y día también. Estas personas, muchas de ellas sin hogar, fueron clave para entender hoy lo que significa el 28 de Junio y no lo que las instituciones nos quieren vender. El Día de la Liberación LGTBQI+ es un día de lucha, donde todes, ejerciendo nuestra diversidad con libertad, queremos que se nos respete como a una ciudadana más, sin sufrir insultos, vejaciones, palizas y asesinatos por ir por la calle con nuestra pareja de la mano o simplemente, por ser como somos. Este año, más que nunca, es importante poner al Gobierno contra las cuerdas y obligarle a aprobar la Ley de Autodeterminación de Género tan necesaria y reclamada desde hace años por el colectivo y asociaciones Trans. No queremos más suicidios entre nuestras y nuestros menores, como pasó hace tres años con Ekai, adolescente trans de 16 años,que después de luchar porque se reconociera su verdadera identidad de género, la desesperación, la falta de apoyo de las instituciones y la negativa a crear una Ley Trans que le protegiera y le cuidara, terminó quitándose la vida aquí en Bizkaia, donde toda una sociedad y un sistema institucional tránsfobo y excluyente tendrá que vivir con esta muerte a sus espaldas.
La marcha del Orgullo no es, ni debe ser, un día exclusivamente gay, blanco y burgués, que es como nos lo quiere vender el Ayuntamiento de Bilbao, con su invento del Bilbao Bizkaia Harro, de cara al escaparate turístico que se ha convertido esta ciudad. Apoyamos desde CNT Bilbao el comunicado íntegro de Ekainak28Koordinadora ya que no vamos a aceptar ir de la mano de ninguna asociación policial, ni de empresarios lgtb. Queremos una Día de La Liberación LGTBQi+ obrera y con orgullo de clase.
Desde nuestra organización anarcosindicalista aún nos queda mucho trabajo por hacer. Tenemos que convertir nuestros sindicatos en espacios libres de homofobia, transfobia, bifobia, etc. La baja afiliación de la comunidad lgtbqi+ en CNT quizás sea un motivo más que evidente para mirarnos puertas para dentro y hacer autocrítica. Cada vez que organizamos un taller de desempoderamiento masculino o cualquier actividad relacionada con construir nuevas masculinidades no estamos amariconando a nadie, como algunos piensan, estamos construyendo un espacio seguro, de libertad y mejor para todes.. Desde CNT seguiremos luchando por la diversidad sexual y la liberación LGTBQI+ los 365 días del año, le pese a quien le pese.
Harrotasun anitza, klase harrotasuna.