El primero de mayo es un día reivindicativo de la clase obrera. Y este año, las calles tienen que volver a llenarse. Porque seguimos sufriendo una perpetua crisis que afecta a multitud de familias mientras el número de personas millonarias ha aumentado el doble en los últimos años. La patronal y los gobiernos potencian de manera pública o soterrada una economía neoliberal que supone quedarse con todos los beneficios, pagar nada o el mínimo de impuestos e ir privatizando progresivamente todos nuestros servicios sociales. Pero cuando llegan las crisis, entonces quieren socializar sus pérdidas, para que paguemos entre todas y todos sus excesos. Y mientras tanto, pretenden culpar de la crisis a los trabajadores y trabajadoras “por vivir por encima de nuestras posibilidades”. En cambio, no se culpa a los bancos por engañar y robar, o al gobierno por dejar que lo hicieran.
Y este año seguimos padeciendo la últimas reformas laborales. La de 2012 sumada a las doce anteriores que se han sucedido desde 1977 y que supuestamente nacieron para mejorar la situación socio-laboral de trabajadores y trabajadoras, pero que han servido justo para todo lo contrario. Aún no nos hemos olvidado de la última, aunque la clase política lleva años tratando de engañarnos prometiendo que la derogarían cuando llegaran al poder. La CNT lleva años exigiendo su revocación, pero no sólo de esta reforma, ni de la anterior, sino de todas ellas, ya que lo que necesitamos es una regulación laboral justa, que equilibre la balanza, que reconozca los derechos de la clase trabajadora, regulando y controlando de forma honesta los abusos de los empresarios.
Pero trabajadoras y trabajadores van poco a poco tomando conciencia de su situación. Por necesidad nos vamos organizando y uniendo con las personas que sufren las mismas privaciones que nosotros y nosotras. Y aquí es donde entra la CNT con ejemplos claros y tangibles, consiguiendo convenios y acuerdos basados en nuestra tabla reivindicativa que tratan de revertir parte de los efectos de las reformas laborales de las que antes hemos hablado. Ejemplo de ello son las victorias en Hermanos Ruiz Morantes, Urbaser, Extracciones Levante, Alumalsa, en los Servicios Informáticos o los Servicios de Emergencias de la Xunta de Galicia, Eurest o los Amarradores del puerto de Barcelona. A estos se suman otros frentes abiertos a día de hoy, como ha sido la huelga de tres días en productos Florida con un 80% de participación, la huelga en la Comercializadora de Etisur, despidos derogados en Capgemini, las constantes victorias de los Figurantes de CNT con múltiples productoras, Clece, Exeo, Wesser o Uber. Ejemplos a los que se unen la lucha y las mejoras que van consiguiendo el conjunto de nuestras secciones sindicales.
Con nuestro modelo sindical aprendemos y nos fortalecemos como clase trabajadora.
Nuestro modelo sindical hace que la patronal nos respete.
Con nuestro modelo sindical se crea conciencia.
Con nuestro modelo sindical no delegamos las decisiones de nuestra vida en terceras personas.
Nuestro modelo sindical no confía en la clase política para conseguir sus objetivos.
Esta es nuestra estrategia: Lucha por nuestros derechos en el trabajo, avanzando en la organización como trabajadoras y lucha por nuestros derechos en la calle, junto a todas aquellas personas y colectivos que se movilizan contra el capitalismo, el fascismo y la explotación. Y este es nuestro objetivo: Una sola clase obrera.