Voy a hablar de economía, sobre todo con el tema de la productividad, porque me fascinan las palabras de contenido mágico, pero no soy economista, sino como trabajador, barrendero y filósofo, sólo intentaré escarbar entre la porquería, como buen filósofo y barrendero para ver lo que hay debajo.
En estos tiempos en los que la ideología se disfraza de economía, en la que la economía de mercado es un espantajo pseudotécnico para imponer las irracionales medidas sobre la población ciudadana, el cálculo que se hace con el PIB (Producto Interior Bruto) per cápita tiene una fuerte correlación con la productividad como constructor ideológico y menor con la calidad de vida, de una vida que realmente pudiera ser mínimamente sana.
Todos los métodos para calcular la productividad se hacen con datos supuestamente objetivos. Se empieza con El PIB por hora trabajada, se sigue con la relación entre la cantidad de productos y los recursos utilizados, y los resultados y el tiempo utilizado o la cantidad de recursos utilizados con la cantidad de producción obtenida, la capacidad para elaborar los productos requeridos y cómo se aprovechan los recursos utilizados, es decir, el valor agregado, y/o en relación con los estándares de producción.
Pero todo al final se reduce a la productividad laboral, o sea, la de los currelas y lo que llaman la productividad total de los factores (PTF), o sea, todas las zarandajas que hacen los jefes para ganar pasta. Es muy curioso que toda esta terminología técnica se utilice para revestir de apariencia pseudocientífica, lo que no es más que avaricia. Y esa productividad laboral, del currela, se mide con los rendimientos en función del trabajo necesario para el producto X. Aunque el producto X sea una cosa totalmente innecesaria e irrelevante. Si añadimos la productividad total de los factores (PTF) es cuando todo se vuelve jodidamente idiota, porque al final solo se trata de medirlo en unidades físicas o monetarias, o sea pasta, por relación entre factores empleados y productos obtenidos. ¡¡¡Eeeehh!!! .... que es uno de los términos que define el objetivo del subsistema técnico de la organización. Ahora sí que no entiendo nada. O sea, que la productividad es algo que depende de expertos que nos tienen que decir, qué y cómo hacer. Esto ya es más que sospechoso.
Es en todas esas cosas que a uno le gusta pensar, que todas otras definiciones al final siempre hay una fórmula mágica que permite hacer el milagro de los panes y de los peces que hizo Jesucristo, como si ir a currar ya no fuera suficientemente jodido. Y si hay alguien que me pueda decir para qué sirve esta puñetera formula, que cogí de un escrito sobre productividad: [Kg m-3 s-1], que me lo diga, o no, da igual. La cosa es que me hace gracia que en un tema en el que el factor humano es tan importante, todavía hay alguien que, como en la Edad Media, se puede encontrar la piedra filosofal, o sea que hay por ahí un elemento mágico que todo lo convierte en oro.
Entre los factores que influyen en la productividad como los diseños, los insumos no laborales, o sea, para que nos entendamos, materias primas, y atribuibles a la organización del trabajo, han descubierto los genios de hoy que en la disposición y utilización del espacio la productividad será mayor si es el mínimo posible (o el más rápido) el recorrido de la materia prima sobre la que se va actuando hasta conseguir el producto. Asimismo, será mayor si hay espacio suficiente para realizar sin interrupciones todas las operaciones de manipulación o abastecimiento. Pero yo me pregunto alojarte en un cubículo de mierda, en el que no te puedes mover, y que no puedes ni ir a mear, ¿de verdad es más eficiente?, o ¿simplemente inhumano? También dicen con entusiasmo que la productividad de un método de trabajo eficiente será mucho mayor, pero si llego a mi trabajo, y me dicen: ¡coge la herramienta!, y llego al almacén y digo: ¡eh, no hay herramienta!, y dice el encargado dice: ¡cómo que no hay herramienta!, y yo respondo: ¡te lo juro por mis muertos! ¡No hay nada de nada! El encargado dice: ¡A ver si encontramos por ahí! y yo le miro sorprendido: ¿Por ahí? Y nos vamos a buscar herramientas desaparecidas, me pregunto ¿a quién se le computa? ¿Cómo se cuenta esto? A mí me da igual, yo cobro lo mismo, pero luego me dicen que soy poco productivo porque tardo tres cuartos de hora en coger la herramienta. En fin, estos genios siguen sin decirme qué culpa tengo yo. Planificación de los insumos: si está bien planificada la llegada de materias primas para que siempre las haya disponibles, la productividad será mayor que si se agota una de ellas y hay que parar la producción hasta reponerla. Aquí tengo un problema, Yo soy barrendero ¿Tengo que esperar la llegada bien planificada de basura a las calles, para que siempre haya disponible? ¿La materia prima de mi trabajo es la basura? ¿O la ausencia de esta? Vaya, que lio. La cosa es que los vecinos se cabrean si no se recoge la basura. La productividad también será mayor si la iluminación es buena, si hay poco ruido, si no hay ni mucho frio o ni mucho calor si no hay polvo ni suciedad, etc. Cosas de sentido común. También estos genios dicen que los trabajadores agotados rinden menos, se equivocan más, tienen más accidentes y se ponen enfermos más a menudo, que la productividad será mayor si el riesgo de accidentes es bajo, que, si no estás mirando el móvil, en vez de trabajar, etc....
Aquí los genios, que la productividad será mayor si los trabajadores tienen la formación suficiente para manejar las máquinas y equipos necesarios, y han practicado esta formación el tiempo suficiente, si los trabajadores están bien nutridos, han dormido lo suficiente, no están enfermos y no toman drogas (de este último tema hablaré después), si los trabajadores están motivados, con un entorno de trabajo agradable, sueldos adecuados, respeto y consideración. Un estudio de la Universidad de Warwick cifra en un 12 % el aumento de productividad si los trabajadores son felices. Me parto. Son unos putos genios. Siento hablar mal y soltar tacos, pero es que soy un currela sin formación y estudios, y poco motivado, y sólo soy feliz, cuando se acaba la jornada laboral. Pero también está el truco del almendruco, en el sentido de mejorar el trato a la plantilla, por ejemplo, implantando bolsas de horas, o acciones, o participaciones consiguen que los empleados estén más contentos, y que por tanto sean más productivos. Y por favor, nada de absentismo, y puntualidad, que hay que llegar a la hora.
Y dale, que no hay fórmulas mágicas. Siempre pensando en máquinas, aparatos, cachivaches, o sea tecnología, y organización, o sea básicamente, que los currelas no nos tropecemos los unos con los otros. Y sigue siendo todo lo que hemos dicho, sentido común. Y tratar a los trabajadores bien, no como meros esclavos no es nada, nada productivo.
Luego que está lo que llaman la Responsabilidad Social Empresarial, o Responsabilidad Social Corporativa, las grandes empresas admiten, por sorprendente que parezca, que el contrato de trabajo de mierda, temporal y miserable es mucho menos productivo, que un contrato en el que puedas cubrir tus necesidades humanas, tanto las básicas como las que no son básicas. Empezar a tratar al trabajador como un ser humano que tiene vida más allá del trabajo, empieza a ser valorado como algo superior, en la productividad. Lo que digo ....... ¡qué genios!
Dicen los expertos que la producción por hora de trabajo (o productividad aparente del trabajo) es sustancialmente menor en España que en Alemania. ¡Mmmmmhhh! y, además, el diferencial no se ha reducido en los últimos años. ¡MMMmmmmhhh! Yo veo el problema de las limitaciones del indicador. Que, si el crecimiento de la productividad aparente del trabajo no necesariamente es atribuible a una mejora de la eficiencia del factor trabajo, o sea de los currelas, sino del capital, o sea las empresas. Pero claro, son las empresas las que pagan esos estudios. ¡MMMmmmmhhh!
Marean la perdiz pensando que la producción del total de la economía por hora trabajada es menor en España porque está especializada en los sectores del comercio, del transporte y de la hostelería, que si el valor añadido bruto (VAB) en España es mayor que en Alemania bla, bla, bla, o sea, en fin, no me lo tomo demasiado en serio.
Dicen que, en España, la productividad aparente del trabajo fue de 31,3 euros de VAB por hora trabajada en el frente a los 46,1 euros de Alemania, no importa el año, lo he escogido al azar. un diferencial de 14,8 euros por hora. Tras la recesión, el peso de la construcción en España, un sector muy intensivo en el factor trabajo, cayó a la mitad, con lo cual el blanqueo de dineros de las diferentes mafias de muchos países ya no pudo aportar su granito de arena en la productividad patria. Y así hay una menor productividad aparente del trabajo de los distintos sectores de actividad en España, comparando con Alemania. Aunque aquí también tengo pegas, que luego abordaré desde la filosofía.
En definitiva, estos listillos dicen que tenemos que copiar a los alemanes. Ya, pero solo lo que les conviene a los listillos, según creo.
En el año 2013 la paradójica relación entre productividad y desempleo, según dijo el arquitecto Fran Carreira, planteaba un dilema que resulta curioso; a medida que el desempleo no deja de aumentar, la productividad de nuestra economía es mayor. Observando las cifras que publicaba el INE, los salarios descendían, el desempleo aumentaba, el consumo descendía y aumentaba la productividad (?). Si el objetivo era ser más productivos, así, en abstracto, parece que lo consiguieron echándonos la paro. O sea, fuimos más productivos, los que trabajábamos. Pero hoy en día, han logrado alterar las fórmulas para ello. y ahora dicen que somos menos productivos, vaya. Desde 2014, hasta nuestros días, las cifras oficiales hablan de una menor productividad. Pero yo no me lo creo, ya que somos los mismos trabajadores, los que conservaron el empleo, los que tienen más o menos productividad, según los datos oficiales, y los que van a suponer unos trabajadores más o menos productivos. O sea, que todo depende de cómo se interpreten las cifras. Por lo tanto, hay que asegurar que somos más o menos productivos que antes en base únicamente a los datos de empleados y producción es una verdad que puede incluso ser mentira y ahí la paradójica relación entre la productividad y el desempleo. Yo creo que los genios de economía que están sobrevolando todo este artículo tienen que poner todo su talento al servicio de los jefes, y que nos hagan creer a nosotros .... que no somos buenos, que no nos merecemos el puesto, y que no es un derecho, sino un regalo, que nos ganaremos siendo unos trabajadores productivos y felices.
Pero, un momento, parémonos a pensar .................. hay un estudio que dice que en el año 2020 los asalariados pierden 2.500 millones horas extras no pagadas, y entonces el cálculo que hacemos de 31'3 euros (VAR) del párrafo anterior, no vale. Si admitimos que nos chulean un montón de horas extras, que no nos pagan, encima baja nuestra productividad, porque añadiendo los millones de horas extras no contabilizadas supone que nuestra productividad disminuye, porque el cociente resultante serían unos 25 euros más o menos. Y a pesar de todos los mecanismos de control, tarjetas de fichar, de los registros obligatorios de la jornada de tiempo de trabajo, etc., no evitará que hagan trampas. El desplome de las horas totales trabajadas en España hace que la productividad presente problemas contables. Y lo habría hecho en mayor medida de no ser por las horas extras, un fraude con un severo impacto económico. El estudio recuerda que, agrupadas, esa bolsa de horas trabajadas gratis equivaldría a más de 180.000 puestos de trabajo. Pero ... ¡puñetas, si eso todavía nos hace menos productivos! Nos pasamos trabajando la vida, regalamos horas, y encima somos unos vagos ........
Creo que me estoy mareando con tantos números ......
Aunque estos números, me ponen una sonrisa cachondo-cínica, porque España pierde 6.350 millones al año de evasión fiscal, también aseguran los técnicos de Hacienda que las pérdidas indirectas, debidas a la evasión fiscal multiplican tres veces las pérdidas directas, y si a eso, añadimos que las empresas deben a la Agencia Tributaria 18.200 millones, con lo cual los trabajadores suben la VAR de productividad muy por encima de Alemania. Vaya, es que los alemanes evaden mucho menos que nosotros ....... o sea, que nuestra baja productividad .... ¡mmmmmmhhhh! ....
Si a eso añadimos que el dinero negro suma los 253.000 millones de euros que circulan bajo del radar en España según el último informe de la Asociación de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), entonces sí que es cierto que nuestra productividad se dispara, porque en este país de piratas y filibusteros, el reino de España es una potencia mundial de la evasión fiscal; dixit por los méritos del emérito.
Pero ahora, por encima de todo, me doy cuenta, de que, en esta sociedad, como en todas las sociedades de Estado y Poder, la élite utiliza mecanismos de engaño, en la actual pseudo religión, la Economía, los discursos sobre Productividad, no son más que plegarías para que el Dios Oro sea generoso, y nos haga llover dinero del cielo, con unos buenos sacrificios humanos en los conflictos bélicos por el mundo (Siria, Irak, Yemen, Mali, etc....) que tanto bien hacen a la economía de mercado.
Dentro de la obsesión por dotar de parámetros humanos, a toda la construcción teórica sobre la productividad se empeñan en meter el concepto de felicidad como si fuera algo mensurable. Pero teniendo en cuenta la alienación presente dentro de la vida cotidiana de los trabajadores, algo parecido a la felicidad, se ofrece el ocio superficial de los centros comerciales, el consumismo demuestra lo lejos que estamos de algo parecido a un sentimiento de felicidad, y el hecho de que los españoles no habían gastado nunca tanto dinero en droga como ahora: 7.436 millones de euros al año, solo certifica las ilusiones falsas de bienestar, buscadas en una raya.
Por eso no os extrañéis de que, a pesar de que todos los discursos oficiales en contra de las drogas, en el puesto de trabajo pueda aparecer un compañero puesto hasta las cejas de speed y coca, y que pueda subir su productividad de manera espectacular, aunque luego le dé un colapso.
Qué sé yo, solo soy un trabajador sin formación, sin estudios, poco motivado y bastante infeliz, que intenta enterarse de las menos noticias posibles, porque no quiero ser nada, nada productivo.
Y, para terminar, sólo puedo decir lo que me dijo mi viejo una vez:
"Trabaja lo menos posible, y lo poco que hagas, que sea útil a alguien"