Había una vez un circo, y no era el de Gabi y Fofó por desgracia, es el circo en el que vivimos actualmente. No quiero pecar de vieja nostálgica, primero porque no lo soy y después porque esto no tiene nada que ver con la nostalgia, pero sí mucho que ver con el curso que estan tomando los acontecimientos y que es cuanto menos preocupante.
Desde que las extremas derechas empezaron a hacerse fuertes, las cosas se estaban poniendo bien feas; pero la llegada de Trump al poder del país más poderoso del mundo por segunda vez y tras un mandato demócrata, ha hecho de este circo uno de seis pistas (una por continente) del que este señor pretende ser el jefe y al que le rien las gracias fachas de todo el planeta. Ha vuelto más crecido que nunca, arrasando con las pocas medidas sociales que Biden había implementado y riendose en nuestra cara sin ningún tipo de remordimiento. Que este señor está loco es evidente, que todo su séquito de palmeros multimillonarios estan haciendo del planeta su parque temático porque se aburren y necesitan nuevas emociones, tambien lo es; y no tengo ni idea de si incluso podría llegar a ser entendible que esta gente tan multimillonaria y tan por encima de todo, en un momento dado pierda tanto la conexión con la realidad que se les vaya la pinza.
Ahora bien, lo que me tiene flipada de verdad es la masa popular que sigue a esta gentuza creyendo que les van a solucionar la vida, sin darse cuenta de como se rien de nosotros. No puedo creer el nivel de ignorancia en el que estamos sumidos.
Empezamos por los bulos; técnica que han puesto de moda para desestabilizar, para generar bronca y malestar, y para cargarse todo lo que no es de su cuerda. Sueltan por redes sociales cualquier barbaridad, se expande como el aire y llega a millones de personas que creen a pies juntillas todo lo que sale en una pantalla. Gente preparada, con estudios, con supuesta capacidad crítica se cree aunténticas estupideces sin contrastarlas y sin dudarlas.
De lo último que he oido en este sentido es que Pedro Sánchez no va dejar que se hereden las casas, sino que las que se van quedando vacías porque sus propietarixs mueren, van a pasar directamente a personas que no tienen casa.
Otra cosa que va a hacer Pedro Sanchez es un tunel (esto lo he oido esta semana) para que los inmigrantes pasen andando de Africa a España y así no haya pateras.
Esta semana nos hemos enterado también de que a Oscar Terol le han engañado (jajajaja...) y sin saber a donde iba, ha colaborado con una chirigota en el Carnaval de Cadiz dirigida por una conocida Voxera y en la que se hacía apología del negacionismo más rancio e ignorante. Luego cuando se ha destapado el escándalo, ha pedido perdón por las formas, pero no por el fondo. Parece ser que el señor Terol está de acuerdo con la ideología de ese grupo de mamarrachxs, que desde la ignorancia y falta de vergüenza y de respeto más absolutas, se permiten cuestionar el trabajo de médicxs, científicxs e investigadorxs; evidentemente casi todo es cuestionable, incluso es necesario tener espíritu crítico y saber que no todo lo que nos cuentan es verdad y que el exceso de información genera desinformancion, es bueno dudar, sí..., pero la evidencia es certeza, y la ciencia nos ha dado muchas certezas a lo largo de la historia. Si no fuera tan lamentable a la par que aterrador, me daría un poco la risa.
Javi Poves es un ex jugador de futbol, entrenador y militante acérrimo del terraplanismo, lo escuché el otro día para documentarme y casi me sangran los oídos, me cuesta creer que estos personajes hablen en serio, pero lo hacen y lo peor de todo es que tienen a un ejército de ignorantes tras ellos.
Influencers ultraderechistas que arengan al impresentable de Desocupa, que corean sus consignas y levantan el brazo mientras dicen que con Franco se vivía mejor, aunque ninguno de ellos vivió el franquismo.
Todos estos soldados están al sevicio de los Trumps, Mileys, Bolsonaros y Melonis que van asentando sus culos en los parlamentos mundiales, que van soltando mierda y poniendo ventiladores para que esa mierda se expanda y mientras esa mierda se expande y muchas personas les aplauden y abren bien la boca para comersela encantados; yo ya me empiezo a preocupar de como esquivarla porque cada vez es más dificil.
Seamos la RESISTENCIA compañeras y compañeros, y disfrutemos mientras podamos.
