“Anarquistas de Italia, Francia y Grecia: los profesionales que avivan el fuego en Barcelona.” Así titula un panfleto de la prensa patria la noticia. Alertan, de que atraídos por el buen clima de la ciudad, hordas de violentos anarquistas procedentes de toda Europa, han desembarcado en la Ciudad Condal con el fin de sembrar el caos. Y es que por todos es sabido que a los anarquistas nos encanta una tapita al sol en la Barceloneta para después saquear la tienda de Nike y finalmente ir a dormir al CSO más cercano. Así lo afirman Marranosa Quintana y demás voceros del sistema.
Señalados por el Conseller de Interior de la Generalitat Miquel Sámper, los Gossos de Quadra han asaltado dos naves industriales ocupadas en Canet de Mar y Mataró para detener aleatoriamente a ocho personas y así poder endosar a alguien las algaradas de los días anteriores. Hay incluso un vídeo de dicha operación. Ahí salen los peligrosos artefactos incautados. Sudaderas con capucha Puma, cascos de moto y hasta un fanzine. “Esta gente lee, es realmente peligrosa”. Así que, por ello, serán procesados y condenados aún sin pruebas que los vinculen a tales actos. El proceso será el habitual: falsificación de pruebas, declaraciones falsas con el correspondiente relato del terror vivido por el afligido policía con una tirita y penas abusivas para todos los acusados.
Les imputan delitos tan graves como homicidio en grado de tentativa, pertenencia a grupo criminal y delitos de desórdenes públicos. Una auténtica salvajada. Pero ¡¿qué más da?! Esta chusma no importa a nadie y aunque se diese la casualidad de que no fueran ellos, cualquier ciudadano medio se alegrará de que semejantes individuos ya no pasten por su ciudad. “Si no es eso, algo habrán hecho”.
Ya han tardado en aparecer los anarquistas. Y es que hay cosas que no pasan de moda y el mítico “que vienen los anarquistas” nunca falla. El chivo expiatorio perfecto: cae mal a todos los bandos y su erradicación siempre calma al estresado contribuyente. Así que todos los Mass Mierda, perdón, Mass Media, se han lanzado en tromba a criminalizar al movimiento libertario: violentos, terroristas, antisistema etc. La retórica de siempre. Y el mensaje cala. Tanto que he podido comprobar, que personas que consideraba vamos a decir “normales” me han intentado convencer de que está mal que alguien rompa el escaparate de Tommy Hilfiger. Y que eso es violencia y no se puede tolerar. Pero como todo es relativo y depende del ángulo desde el que se mire, diré qué se ve desde mi ángulo:
Violencia son 11 millones de personas en el Estado, que malviven con menos de 24 euros al día. Violencia son 4 millones de parados. Violencia es parir con mascarilla. Violencia son los precios de los alquileres. Violencia es el 40% del paro juvenil. Violencia son los desahucios y la ley que los ampara. Violencia es la ley mordaza. Violencia es el mero hecho de tener que tirar nuestras vidas en un trabajo asalariado. Violencia es que no haya mujeres en los libros de texto. Violencia es preguntar a un niño de 5 años si su amiga es su novia. Violencia es que no haya expectativa de futuro que no sea deprimente.
Antisistema es la Familia Real riéndose de nosotros día tras día. Antisistema son los que se saltan la cola de las vacunas. Antisistema es el telediario blanqueando el fascismo y confundiendo a las masas. Antisistema son los Fondos Buitre que echan a las familias de sus hogares. Antisistema es no remunerar el trabajo del hogar ni los cuidados que sujetan el sistema. Antisistema es el racismo y la homolesbotransfobia que promueve esta sociedad injusta. Antisistema es el propio sistema basado en la dominación y en la competitividad.
Terrorismo es lo que sufren las temporeras de Huelva. Terrorismo son las CIES y su maldita Ley de Extranjería. Terrorismo es la OTAN, los ejércitos y las guerras que provocan. Terrorismo es andar por la calle de noche mirando hacia atrás por ser mujer. Terrorismo es que Intxaurrondo siga en pie después de los audios de los casos Zabalza y Lasa Zabala. Terrorismo es el TAV, la Súpersur y todas sus obras innecesarias que destrozan el entorno. Terrorismo es el Gobierno Vasco queriendo perforar Subijana para hacer negocio con el gas. Terrorismo es Glovo explotando al personal y Amazon cargándose nuestro tejido de barrio y al pequeño comercio.
Así que si usando la violencia se pierde la razón, el Estado, el Capitalismo, el Heteropatriarcado y la Sociedad de Clases la perdió desde su mismo nacimiento, pues se basa única y exclusivamente en ella. Así que ya sabemos: siendo como somos hijos del capitalismo, adoptemos su doctrina y seamos hermosamente violentos.