12/07/2022

Las fiestas populares como elemento de liberación colectiva (i)

Escrito por Jose Crust

Las fiestas populares siempre han sido motivo de desahogo de la humanidad desde tiempos inmemoriales. En sus comienzos además, tuvo mucho de ritual.

Tampoco podemos negar la cuestión liberadora para el conjunto de los pueblos que a lo largo de la historia han sentido el yugo de los poderes de turno durante buena parte del año mediante el trabajo.

Otra cosa serían las fiestas del fin de semana en la cultura actual que seguramente sirva de válvula de escape de la alienante cotidianidad del capitalismo tardío.

Pero vayamos al lío.

No voy a entrar en los orígenes totales de la humanidad ni en los tiempos de Sumeria o Egipto: voy a comenzar por la cultura grecolatina, pues en gran parte somos los pueblos de Occidente herederos directos de la misma.

CULTURA GRECOLATINA CLÁSICA

La cultura clásica no distinguía entre fiestas paganas y religiosas ni tampoco se dividían por clases sociales.

En la Grecia clásica encontramos Las Adonias, en honor a Afrodita y Adonis. Duraban dos días y eran celebradas solo por mujeres.

El primer día enterraban a Adonis, joven sumamente hermoso que había enamorado locamente a Afrodita, y cuyo culto se desarrollaba alrededor de la poetisa Safo, icono del lesbianismo, sobre el 600 AC.Por otro lado, estaban las Tesmoforías que tenían lugar en verano , y donde se celebraba la muerte de Deméter, diosa de la cosecha. En estas fiestas, las mujeres casadas dejaban el hogar, y se iban a refugios temporales fuera de la Polis y ahí realizaban sus ritos festivos.

Por supuesto, las solteras y los hombres no podían ir.

Hoy, cerca de Petra (Grecia) se celebra una variante el 8 de enero donde los hombres se quedan en casa y solo las mujeres pueden ir a las tabernas.

También se celebraban las Antesterías en honor a Dionisos, entre el 11 y el 13 de febrero, donde se abría el vino nuevo de la cosecha: de hecho, son consideradas las verdaderas olimpiadas del vino. Y aquí entraríamos en el tema de las celebraciones Dionisiacas, pero hemos de puntualizar que se trata no de una celebración popular sino de ritos de los fieles del culto a Dionisos, dios del vino, pero también de la fertilidad, la embriaguez y el éxtasis creativo.

Estaban las Grandes Dionisíacas en primavera donde se desataba la locura ,que ellos llamaban “manía”, y que se trataba de un estado delirante producido por la ingestión del vino sumado a una danza frenética hasta llegar al éxtasis. ¿Os suena?

Las Leneas eran las Dionisíacas de invierno, y el evento era sostenido por las sacerdotisas báquicas, o bacantes, sostenidas en el mencionado delirio, ayudadas por alcohol y alucinógenos. Ellas eran las encargadas de preservar los misterios báquicos y llevaban a cabo orgías secretas en su mayoría prohibidas a hombres. Se ha querido ver en esto el origen de los posteriores aquelarres.

Y llegamos a la civilización romana clásica, y la distinguiremos de otros periodos romanos pues Roma tiene diferentes etapas y no todas son iguales, la Roma clásica es pagana y politeísta y la tardorromana monoteísta y cristiana.

Si hay unas fiestas que destacan, esas serán los Saturnales, celebrados entre el 17 y el 23 de diciembre, y eran como una especie de Carnaval y Navidad a la vez, de hecho hay se dice que en ellos está el origen pagano de las actuales fiestas navideñas.

Eran consideradas la fiesta de los esclavos, pues en realidad suponía el fin de la cosecha de invierno donde además, esclavos y esclavas recibían tres litros y medio de vino extra.

Durante el juego de los dados, los esclavos tenían permiso para ir desgranando al amo verdades incómodas, aunque también podía darse el caso de crear el juego del mundo al revés, donde los amos servían a los esclavos.

Por supuesto, se caricaturizaban a las leyes y a los cargos públicos.

Algunas veces el Senado tomó cartas en el asunto y fueron prohibidas. ¿Os vuelve a sonar?

El mítico anarquista Luiggi Fabri decía de las Saturnales que “mostraban al ser humano viviendo libre sin ley ni amo y eso es un indicio de que el alma humana ha aspirado siempre a la libertad.”

Y es que, como decía una profesora mía “Los antiguos eran antiguos , pero no tontos”.

FIESTAS MEDIEVALES

Tenemos la imagen de la Edad media como una época oscura y tremendamente religiosa y recatada, pero no es tan así, y cada vez más la historiografía aporta datos que desmienten esta cuestión.

En época medieval se celebraban las Calendas, la llamada fiesta de los locos, y que hoy quizás se ha correspondido con el día de los inocentes en una versión mucho más “light”.

La fiesta de los locos imita descaradamente al mundo al revés de los Saturnales. Se trataba de la celebración de una misa burlesca, parodia de la oficial cristiana y que era puesta en escena por un bufón-obispo con un discurso absurdo.

En vez de incienso se encendían excrementos y se comían salchichas en el altar.

Y luego, por supuesto, el vino corría a “tutiplein”.

Esto lo hacían dentro de la misma iglesia.

Tras los excesos, salían algunos y algunas desnudos/as por toda la ciudad, subidos en carretas llenas de basuras que tiraban al pueblo que acompañaba las carretas.

Brueghel el viejo tiene varios cuadros sobre esto, como “La fiesta de los locos” un grabado de 1559.

Si habéis estado en las fiestas de Bilbao, recuerda mucho a la bajada previa al txupinazo, donde tras una copiosa comida en las txoznas, las comparsas bajan por las calles del casco viejo completamente embriagados mientras desde las ventanas se les echa agua sin parar.

 Sí, siempre hay alguien que lo ha hecho antes.

En todo caso, en la Edad media también se invertían las jerarquías poniendo de relieve lo efímero de la riqueza material.

Y por supuesto, el poder del momento, el eclesiástico, también tomo cartas en el asunto, prohibiéndolas.

Pero siempre vuelven.

EDAD MODERNA

Quizás un ejemplo paradigmático de fiestas populares y desfasadas de esta época deban ser los Carnavales, y en este caso, los más famosos de todos: los de Venecia.

¿Podríamos evocar las angostas calles llenas de oscuridad entre el misterio y donde las máscaras equiparan las clases sociales?

Por supuesto, existirán en estas celebraciones la sátira prohibida durante la normalidad, cuando estamos bajo el yugo de los poderosos y sus leyes. De hecho, y como no,fueron prohibidos en varias ocasiones.

Al final de la Edad moderna se van a crear unas fiestas curiosas al calor de la revolución francesa.

Se trataba de festivales revolucionarios, les “Fêtes Décadaires”, que tenían por objeto introducir las ideas fundamentales de la revolución al pueblo francés, las cuales se realizaron durante la etapa revolucionaria entre 1789 y 1799.

De la misma manera que pasaba con los ritos dionisíacos , aquí también respondían a un culto, el Decadario, una especie de religión nueva que intentaron poner en marcha los revolucionarios para acabar con la religión cristiana, pero hubieron otros intentos de cultos ateos : el culto de la Razón o el culto del Ser Supremo.

Se celebraba el último día de la semana revolucionaria que había cambiado a 10 días, el Decadir, que sustituye al domingo cristiano.

El vestuario, como en los Carnavales de Venecia, eran importantes, por ejemplo, el atuendo de los “sans-culottes” (clases populares urbanas), hacía de significación política.

Sobre 1793 se celebraba el Festival de la razón, donde una mujer personificada de libertad luchaba contra la tradición. Todo era adornado con figuras de filósofos y recuperaron al Hércules clásico para las fiestas, como símbolo de libertad e igualdad.

Napoleón acabará con todo esto.

Otro estado revolucionario también cambiará el tipo de fiestas por motivos políticos : en la URSS las fiestas populares serán las de mayo. El 1 de mayo se celebraba el día del trabajador y la entrada de la primavera y por lo visto, era un fiestón que podía durar hasta el 9 de mayo, dia de la victoria durante la II guerra mundial, y que imagino regado por ingentes cantidades de vodka socializado.

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