Pues sí, a mí la muerte de Azkuna me la suda. Por decirlo así ya hay quien me ha tachado de insensible, incluso han interpretado que me alegro. Que me la sude no significa que me alegre, simplemente adopto la misma actitud, la indiferencia, que he tenido hacia él mientras vivía. Su vida me la sudaba, de ahí que me la sude también su muerte.