Pobre de mí, pobre de mí, se han acabado las fiestas de San Fermín... Así, cuando después de más de una semana a tope, de baile, cantos, poteo, almuerzos, encierros (a quien le gusten), trasnochar o madrugar, según se mire, disfrutar, entonaremos la gente con pena por el fin de fiestas y empezando la cuenta atrás para el siguiente San Fermín. Aunque no todo el mundo la cantará. Hay mujeres para las que la fiesta se acabó de golpe. Una mujer joven también salió a vivir las fiestas. Seguramente con su correspondiente atuendo blanco impoluto y pañuelo rojo. Se las…