01/05/2022

1 de mayo: “Hay que avanzar en la organización sindical de los centros de trabajo”

  • CNT considera que este 1 de mayo “la clase trabajadora ha dejado clara su oposición al pactismo sindical, reflejada en la Reforma Laboral de 2021”
  • “Debemos seguir organizando, extender nuestro modelo sindical”, señala la central anarcosindicalista, “porque es el único seguro para la emancipación de la clase trabajadora”.

En Euskal Herria han vuelto a ondear las banderas rojinegras: Bilbao, Donostia, Iruñea, Gasteiz, Barakaldo… con movilizaciones en las que “la CNT ha dejado clara su oposición al sindicalismo de pacto”, además de exigir “una redistribución de la riqueza, empezando por el pago de unos salarios dignos”.

Además de exigir subidas salariales como “remedio para hacer frente al aumento del coste de la vida”, CNT ha señalado que “hay que ir más allá, y no olvidar que mientras estemos bajo la dictadura del Capital, la inflación no es más que otra vía de robarnos a la clase trabajadora”. “Nos saquean dos veces, una con el robo de la plusvalía, y otra con el de la inflación”, detallan desde la central anarcosindicalista.

“Nuestro reto es el de la organización sindical de los centros de trabajo”, han señalado desde la organización sindical. “Está claro que donde hay secciones sindicales con implantación, los y las trabajadoras hacemos frente mucho mejor a las agresiones empresariales”, han señalado desde CNT. Ese es el primer paso, la implantación sindical, como medio para lograr mejoras laborales, “pero también la emancipación de las propias trabajadoras hacia un mundo sin explotación”, ha concluido el sindicato.

En las siguientes líneas se puede leer parte del mitin en Bilbao

Dicen que estamos en guerra. La “civilizada” Unión Europea, contra los “salvajes” rusos. El coste de la vida está subiendo, a causa de la guerra, dicen, pero nos exigen un esfuerzo para “salvar” la civilización occidental. Que vamos a sufrir otra crisis como consecuencia de la guerra. Pero, ¿qué crisis?

Llevamos en crisis desde 2008. Esa crisis fue porque a los y las currelas, nos dio por vivir por encima de nuestras posibilidades, nos dijeron. Y nos hicieron recordar que somos clase obrera, que no valemos nada. Nos robaron lo poco que quedaba del estado del bienestar, pero hicieron negocio con lo expoliado.

A una generación que comenzábamos en el mundo del trabajo, nos volvieron a colocar en la posición de salida. Nada de sueños de clase media, chalé con piscina en entorno ideal, vacaciones en lugares exóticos, estabilidad laboral y promoción profesional… eso ya no era para las de nuestra clase social.

Lo nuestro, era encadenar contratos temporales, no llegar ni a mileurista, y no saber que es un trabajo estable. Nos generó mucha frustración, pero no la suficiente como para romper con todo.

Llegó la pandemia. Por sorpresa, a las que la sociedad nos trataba como basura, las más bajos del escalafón de las empresas, las precarias, las que trabajamos en empleos que nadie quiere, nos convertimos en esenciales. Los empresarios, directivos de recursos humanos, accionistas, rentistas… estaban de sobra a la hora de mover la economía. Personal de limpieza, cajeras de tiendas, profesionales sanitarias y un largo etcétera, las que siempre eran maltratadas por parte de las empresas y las Administraciones Púbicas, mantuvimos la economía viva. Porque es la clase obrera la que mueve al mundo.

Luego, llegó la crisis generada por la pandemia. Más tarde, un barco cruzado en el canal de Suez, fue capaz de paralizar la economía mundial. Que no se nos olvide que fueron trabajadores quienes lo desatascaron.

Y ahora la guerra, más crisis. Pues resulta que, por muchas razones que le busquen, el problema no es la crisis, sino el capitalismo: es el capitalismo quien genera las crisis, y el que nos está llevando al colapso.

Ahora, nos hablan de la inflación, del aumento del coste de la vida, que se ha disparado. Bueno, mejor dicho, entre especuladores lo han disparado, para seguir desangrando a la clase trabajadora.

No es algo nuevo. Desde que entramos en el euro, desde hace 20 años, los salarios reales no han subido nada. La razón no es sólo del Euro, pero la moneda única nos ha hecho más presos. El problema es el conflicto entre el capital y trabajo; el problema es, que para que unos se forren, a las que generamos la riqueza, nos tienen que empobrecer.

Años de beneficios, y ahora las patronales dicen que no pueden asumir subidas salariales. Se nos están riendo a la cara. Pues no. Ha llegado la hora de plantar cara. De decir basta.

Pacto de rentas; quizá hayáis oído algo en torno a esto. Lo que nos están diciendo es que tenemos que renunciar a las subidas salariales. Pacto de la Moncloa del siglo XXI. Una vez más, hablamos de lucha de clases. La lucha entre el capital y el trabajo. Por eso debemos tener claro en que trinchera estamos y, para superar este miserable sistema, qué tenemos que hacer.

Debemos gestionar los medios de producción. Para ello, la herramienta más poderosa que tiene la clase trabajadora es el anarcosindicalismo. Las secciones sindicales están orientadas a ello: a conseguir mejoras en el ámbito laboral, pero también a extender la gestión obrera. Ese es la potencialidad que tienen las secciones sindicales del CNT: posibilitar una economía gestionada por los y las trabajadoras.

A todas esas personas que creéis que debe haber un retorno a la centralidad de la clase, al conflicto capital-trabajo. afiliaos y militad en CNT, la clase nunca ha dejado de ser central aquí.

A todas las personas que estáis en CNT, tenéis una gran responsabilidad: organizar los centros de trabajo.

Se que no es un trabajo grato, que hay compañeros de trabajo que son un caso aparte. Pero recordad que tenemos un objetivo común, y que, si nos lo curramos, podremos hacer contrapeso a las estrategias empresariales del divide-y-vencerás. Mientras que la mayoría de los sindicatos llevan a cabo campañas muy débiles, sin una estrategia clara, la mayoría de los empresarios realizan campañas muy estratégicas, aprovechando al máximo la gama de tácticas antisindicales eficaces de que disponen, y adaptando y ajustando esas tácticas.

Pese a esto, nosotras tenemos más que ganar, pero debemos hacerlo con cabeza. Organicemos, ya.

Por último, quisiera poner en valor la labor de las secciones sindicales de nuestro sindicato. Inmersos en un sinfín de conflictos, han sacado fuerza y coraje para hacer frente a los ataques empresariales. Ataco, Osakidetza, Tubos Reunidos, Ercilla, Grupo EDE, Dianova, Ecoespacio, Diputación Foral de Bizkaia. ¡Viva vosotras y vuestra lucha!

Para finalizar, recordad que…

Queremos trabajar menos

Queremos trabajar todas

Queremos producir lo necesario

¡Queremos redistribuirlo todo!

Gora anarkosindikalismoa! Gora CNT!

(Imágenes cortesía de Karmele y Unai. Vídeos de Víctor)

 

 

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