Hay otra forma

Medios humanos y técnicos

Lo primero que deben hacer los miembros de un anarcosindicato es valorar las fuerzas que tienen, y a continuación planificar actividades que puedan ser llevadas a cabo. Realizando lo posible se podrá llegar a lo imposible. Esto es importante porque la inactividad o el fracaso conducen siempre a la desmoralización. Son precisos en el sindicato también medios técnicos en la medida de lo posible, como teléfono, FAX, fotocopiadora, máquinas de escribir, ordenador e impresora, un local, para celebrar reuniones, tener el archivo, etc.

Un recuerdo emocionado para nuestra gente de la época gloriosa, cuando todo se hacía a mano y a lomos de mula vieja. Por supuesto a alcanzar todo lo anterior, se llegará por desarrollo.

Cómo conseguir afiliación, que es lo más importante, cada cual se tiene que buscar la forma de que el sindicato crezca. Lo que sí es cierto de manera absoluta, es que la anarcosindical sólo crece donde hay problemas y conflictos, y que es función de la militancia el buscarlos y provocarlos.

Hace un siglo el compañerismo era muy fuerte. La gente quería estar sindicada a pesar de la represión.

Allí donde había un periódico surgían sindicatos, y el deseo de transformación social rondaba muchas cabezas. Hoy día eso no existe, y ha sido substituido por un fuerte individualismo, escepticismo y deseo de consumo fomentado por el capital. Debemos saber que nuestro mensaje en esta sociedad no es asumido -de momento-, y que gran parte de nuestras iniciativas chocarán con la indiferencia. No hay que perder el ánimo.

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